En el último capítulo de nuestra Honeymoon, lo podéis leer aquí, nos quedamos a las puertas del Serengeti, un parque nacional de 13.000 km2 en Tanzania.
Lo que más no llamó la atención nada más entrar en este parque es que quemaban los pastos, según nos contaron, esto era para regenerar el terreno y eran fuegos provocados, por tanto vimos muchas zonas quemadas y sobre las cuales los animales se veían muy bien, pero dejaban un paisaje bastante triste. Llegamos al Tented Camp Exclusivo de Ratpanat (¡por fín!) y nos encantaron, camas grandes, nuestras mantitas para la noche, baño propio y una ducha muy curiosa, porque era un bidón, colgado de una cuerda, en el que uno de los empleados del campamento nos ponía agua caliente y nosotros abríamos la rosca y nos duchábamos, pero lo mejor de todo es que te duchabas ¡al aire libre! tenías "paredes" de la propia tienda pero ¡nada de techo! por tanto cuando hacía viento te tenías que mover al compás del bidón, una para mojarte y otra para no pasar frío!
Al día siguiente, nada más despertar pudimos disfrutar de la preciosa vista del amanecer mientras desayunábamos. Una vez listos, hicimos game drive por el parque, y vimos ¡dos leones! además tan tranquilos paseando a sus anchas, vimos también leopardos, pero estos estaban colgados de la rama de un árbol.
Después del Game Drive, volvimos al Tended Camp, del cual os dejo unas cuantas fotos para que veáis lo bien que lo teníamos montado. Esa noche nos visitó una hiena, estábamos todos junto al fuego de charreta y vimos algo que se movía, enfocamos con nuestras linternas frontales y vimos los ojos de una hiena que salió disparada del susto, luego nos enteramos que había robado varios platos de la cena.
A la mañana siguiente pusimos rumbo al Ngorongoro, allí también tuvimos Tended Camp, durante el trayecto vimos a una leona, paramos para verla y usó el camión como escondite para que sus presas no la vieran, así que la tuvimos muy, muy cerca.
De camino al Ngorongoro paramos en una pequeña aldea de Masais, allí nos explicaron su forma de vida, entramos en sus cabañas y visitamos la escuela.
Llegamos al Tended Camp, desde el cual hay unas vistas increíbles del cráter, ya que es un volcán, pero está inactivo y en él se ha formado un área de conservación en la que viven muchos animales. ¡Esa noche hizo mucho frío! Miguel y yo nos pusimos toda la ropa de abrigo que llevábamos, eso sí cuando nos acostábamos se estaba muy calentito debajo de las dos mantas que tenía la cama, ¡todo un gustazo!
Despertamos y bajamos en 4x4 al cráter para hacer el Game Drive, volvimos a ver Ñus y una pareja de leones, los cuales estaban muy tranquilos hasta que de repente el león se puso encima de la leona y ale, ¡al tema! en ese momento solo se oían los disparos de las cámaras de todos los presentes para inmortalizar el momento, jaja, fue ¡muy curioso!
Ese día pusimos rumbo al Lago Manyara, donde nos hizo calorcete, llegamos al camping y algunos se atrevieron a ¡bañarse en la piscina! Por la tarde visitamos un mercado con un montón de souvenirs y al anochecer fuimos a la casa de una mamá africana donde cenamos comida típica de la región, allí probamos más cervezas Áfricanas, nos gustaron las tres de la foto, las cuales os recomiendo si vistáis el país.
Al día siguiente hicimos un safari en bicicleta por el lago, el cual me encantó, fue una experiencia que os recomiendo, vimos a muchos pescadores que aprovechaban los primeros rayos del sol para salir con sus barcas, las cuales son muy estrechas y están hechas con los troncos de los árboles. Además visitamos un taller de pintura, donde vimos cómo pintaban los cuadros típicos de la zona, nosotros compramos uno que nos enamoró.
Volvimos al camping y pusimos rumbo al aeropuerto de Arusha, nuestro próximo destino era la ¡Isla de Zanzíbar! de la cual os hablaré en el próximo y último episodio.
Besos!
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