Ya es Martes! y hoy toca un nuevo capítulo de nuestra luna de miel, podéis leer el primer capítulo aquí.
El 30 de Julio empezó nuestra Honeymoon, salimos desde Madrid rumbo a Estambul, ya que nuestro vuelo tenía escala y tras unas cuantas horas y varias pelis en el avión llegamos al aeropuerto de Nairobi (aún no se había quemado, ya os contaré)
Las 4 de la mañana hora local, salimos del aeropuerto y nos esperaba nuestro guía Jordi, poco a poco aparecimos todos los que íbamos a hacer ese viaje, en total éramos 19. Nos acompañó hasta el que iba a ser nuestro transporte durante los próximos días, un camión completamente equipado, el cuál iba a ser nuestra casa rodante. Allí mismo conocimos a nuestro equipo: Othman, Williams, Thomas y Machangue (ayudantes, cocinero y conductor)
Llegamos al Hotel de Nairobi y solo tuvimos tiempo a echar una cabezacita y ducharnos ya que a las 6 salimos de Nairobi y empezamos la aventura.
Nuestra primera parada fue un mirador, allí paramos para ver el Valle del Rift y aprovechamos para almorzar. Es increíble la rapidez en la que montaron la mesa para el almuerzo y además ¡había de todo! Eso si que fue empezar con buen pie el Safari.
El Lago Baringo era nuestro destino ese día, al llegar nos relajamos un poco (Cerveza incluida, os tengo que decir que las cervezas africanas están muy buenas y además son de medio litro y ¡¡muy baratas!!) y visitamos la Tribu Pokot, nómadas pastores que dependen para su subsistencia de los rebaños. Pasamos la tarde con ellos, nos contaron como es su día a día y cantaron y bailaron con nosotros. Fue toda una experiencia! Su forma de vida es tan distinta a la nuestra... además viven con tan poco y son tan felices...
Cuando volvimos al Lago ya teníamos las tiendas montadas, así que nos tocó duchita fresquita (no siempre se conseguía agua caliente) y la cena, os tengo que decir que la comida de todo el Safari fue deliciosa, ¡Thomas es un gran cocinero! Todas las noches nos hacía una sopa de primer plato y ¡Qué sopas! ¡Deliciosas!
En África se hace pronto de noche y muy pronto de día, así que nuestro horario era acostarnos pronto y levantarnos pronto para aprovechar todas las horas de sol y poder verlo todo.
Al día siguiente, nada más despertar pudimos disfrutar del lujo de ver el amanecer en una barquita de paseo por el lago, el amanecer en África es una preciosidad. Durante el paseo vimos cocodrilos e hipopótamos (enormes, por cierto). Además vimos zonas inundadas, ya que durante la época de lluvia el lago ha crecido.
Ese día nuestro destino era otro lago, el Nakuru, así que subimos al camión y empezamos nuestro primer game drive por el Valle del Rift, en este lago se encuentra gran parte de la población mundial de flamencos del mundo. Pero ese día, además de flamencos, vimos rinocerontes, gacelas, búfalos y otro tipo de animales. Llegamos al sitio de acampada, esa noche nos tocaba acampada salvaje en medio del parque y tan salvaje, no teníamos baños y ¡por la noche se oían a los búfalos!
Los teníamos tan cerca que al despertarnos ¡teníamos uno al lado de nuestra tiendas! pero se quedó ahí observándonos mientras desayunábamos y desmontábamos el campamento para continuar con nuestro Safari.
Ya era de día cuando empezamos con el game drive, estábamos todos despertándonos aún cuando de repente se paró el camión y Jordi nos dijo que mirásemos por las ventanas porque justo teníamos al lado ¡UN LEÓN! ¡¡¡al lado mismo!!! Todos sacamos las cámaras y empezamos a hacer fotos, ¿y si no veíamos más? (aunque no fue el caso), pero en ese momento ¡es lo primero que piensas!
El día empezó muy, muy bien, seguimos con nuestra ruta para llegar a la Reserva Nacional del Masai Mara, durante el trayecto vimos nuevos animales, como las jirafas, que os tengo que decir que ¡son preciosas!
De camino al aeropuerto pasamos por varios pueblos donde vimos muchos niños, son muy curiosos y se acercaban a nosotros y nos cogían de las manos, vimos algunos mercadillos y varias curiosidades propias del país.
Llegamos al campamento donde un Masai nos acompañó a ver las tierras de alrededor y nos contó varias historias y curiosidades sobre esta tribu, muy curioso este hombre que iba ataviado con una manta muy típica de ellos y llevaba en su mano un bastón, pero más curioso fue lo que pasó después de cenar, decidimos ponernos alrededor del fuego y que el hombre nos contara más cositas cuando empieza a sonar un móvil y de repente vemos que mete la mano en la manta, saca el móvil y se pone a hablar, nos quedamos todos... ¡boquiabiertos! jaja ¡fue un momentazo!
Aún queda mucho que contar sobre el viaje, más anécdotas y curiosidades, pero tendréis que esperar porque ¡Os lo contaré la próxima semana!
¡Besos!
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