Por fin es martes y podréis seguir leyendo cositas de nuestra luna de miel! La semana pasada empezamos ya el Safari, lo podéis leer aquí, y nos quedamos en el Masai Mara. Así que hoy continuaremos donde lo dejamos.
Nuestro quinto día de Safari, después de desayunar, subimos al camión para preparar una bolsa con una muda de ropa, el saco de dormir, la bolsa de aseo y poco más, ya que ese día no íbamos de ruta con nuestro camión, sino que pasamos a un camión 4x4 exclusivo de Ratpanat para visitar el parque nacional del Masai Mara.
Nada más llegar a la entrada del parque hicimos una breve parada y al bajar del 4x4 una marea de Mamas Masai empezaron a rodearnos para que comprásemos figuritas, collares y pulseras. Os tengo que decir que el precio que te ofrecen al principio y el que te ofrecen cuando ven que no te interesa baja muchísimo, tanto que al final te ofrecían todo lo que tenían en sus manos por menos de 10?.
Pasamos la entrada y un paraje natural de grandes llanuras se abrió delante de nosotros. Empezamos a ver cebras, que son realmente bonitas, elefantes y facóceros, los cuáles me recordaban mucho a Pumba de El Rey León (¡bendita infancia!).
Llegamos al río Mara y una imagen nos dejó atónitos, en el río habían muchos Ñus muertos. Jordi nos explicó que era porque habían intentado cruzar el río (por el tema de las migraciones) por la noche y que muchos se habían ahogado. A parte de Ñus vimos muchos buitres sobrevolando la zona. Bajamos del camión y fuimos junto con un Ranger a dar un paseo para llegar a nuestra zona de acampada que iba a ser la propia orilla del río, en la cuál teníamos unos vecinos muy curiosos: unos hipopótamos y unos cocodrilos y sí, ahí, justo un poco más arriba de donde estaban íbamos a dormir nosotros.
Después de comer hicimos Game Drive por el parque, continuamos viendo Ñus (durante ese día y el siguiente veríamos muchos) y pudimos ver como las cebras cruzaban el río. Después de ver el atardecer, cenamos, nos tomamos unos Gins (pusimos un bote común y compramos bebida para prepararlos) y nos fuimos a dormir, teníamos a los hipopótamos al lado, pero yo no me enteré de nada! Esa noche tuvimos un Ranger cuidando el campamento por si se acercaba algún animal, pero a la mañana siguiente nos contaron que no tuvimos visita.
Al amanecer continuamos nuestro Safari y despedimos el Masai Mara para ir al Lago Victoria, duante la salida del Masai vimos Ñus (muchos), leones (podéis ver en la foto lo cerca que pasaban de los jeeps) y majestuosos elefantes.
Llegamos a la civilización y pasamos por varias aldeas, además ese día pasamos por la frontera entre Kenia y Tanzania, lo que nos hizo llegar un poco tarde a nuestro destino, pero nuestra tardanza se vería recompensada, ya que al llegar al campamento nos ofrecieron a todos dormir en las cabañas que tenían allí, eran cabañas equipadas con una cama de matrimonio, televisión, baño y ducha, por tanto disfrutamos de ¡nuestra primera cama!
A la mañana siguiente dimos un paseo en barca por el Lago Victoria y visitamos una pequeña isla de pescadores, antes de desembarcar, Jordi ya nos comentó que él la llamaba la isla de los niños, nos dimos cuenta de por qué la llamaba así nada más tocar tierra, ya que al principio no se veía ningún niño, pero según como avanzamos por la isla empezaron a aparecer y nos cogían de las manos y nos acompañaban durante nuestra visita. Algo muy curioso de esta isla es que pintan a los patos de color rosa para que no se los lleven las aves.
Ese día nuestro destino era el Parque Nacional del Serengeti, del cual os hablaré en el próximo post! El martes que viene continuamos la aventura!
Besos!
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