Second part of my wedding pictures post. Today Im showing you the venue, my diy deco and some ideas I think are so interesting.
Celebramos la boda en el hotel AC Palacio de Santa Paula. A pesar de mi reticencia inicial a celebrar mi boda en un hotel, ante la insistencia de mi padre por que lo viéramos cambiamos de opinión en cuanto conocimos este antiguo convento del S. XV en pleno centro de Granada. Su claustro es precioso para hacer el cóctel de bienvenida, y el salón donde se celebra el almuerzo o cena es la antigua iglesia del convento y conserva el altar y la decoración originales, lo que le da mucho encanto. Por otro lado, el nivel culinario del hotel es muy alto, y ese era un tema al que le dábamos mucha importancia. Todo el mundo nos dijo que le encantó tanto el cóctel de bienvenida como la cena posterior (por cierto, nos dieron toda la flexibilidad del mundo para hacer un menú completamente a nuestro gusto).
La decoración, como ya os he ido contando, la hice yo prácticamente toda porque quería darle mi toque personal y además la gente del hotel la dejaba muy austera (vale que es un antiguo convento, pero si encima de que el salón era la antigua iglesia, con poca luz, le pones manteles grises, pues ya me dirás). Así que, aparte de pedirles que me pusieran mantelería clara y sillas de palillería blancas sin fundas -me pusieron cero problemas-, llevé mis meseros diy (unas botellas de vino que pinté con spray dorado y en las que pegué los carteles de cada mesa), vasos morunos de té dorados con rosas de tela en tono maquillaje y blanco (las que vísteis en el post del otro día de las flores en casa), unas letras que compré en El Corte Inglés y pinté con el mismo spray dorado y un jarrón en forma de copa de vino relleno de corchos y con rosas en tono blanco y vino. En el altar pusimos dos jarrones altos que me prestó una amiga que tiene una tienda de decoración con flores y velas en el suelo. Tampoco demasiadas cosas, que no hacía falta mucho para que el sitio fuera precioso.
Una cosa que tuvo mucho éxito fue el fotomatón que alquilamos para el momento de las copas. Todo el mundo lo pasó genial haciéndose fotos, posando y poniendo caras divertidas. Además, cada uno se llevaba una copia de las fotos (y ese fue el recuerdo de boda que hicimos, porque no queríamos regalar las cosas típicas que luego la gente abandona en un cajón) y nos dejaban otra a nosotros en un libro de firmas en el que escribieron sus dedicatorias. ¡Fue genial y muy emocionante leerlas todas días después de la boda!
En fin, que a pesar del retraso y todo lo que implicó (la ceremonia empezó a las 22:30 y eso retrasó el cóctel, la cena y todo lo demás, de manera que, como del hotel había que salir sí o sí a las 2:30 de la mañana, mi barra libre duró sólo 45 minutos, no me dio tiempo ni a tomarme una copa entera y sólo bailé tres canciones), fue una noche inolvidable y lo pasé genial. Como siempre dicen, tu boda pasa en un segundo, y es cierto. La mía más todavía, jaja. Pero los recuerdos quedarán siempre. Además, todavía me queda hacer la ceremonia civil y me pienso volver a poner el vestido en su versión corta para amortizarlo!!!
[Aquí podéis ver bien cómo quedó el vestido cuando le quitamos la parte de abajo]
Y lo que más me alegró fue que todos los invitados lo pasaron genial, según me contaron. Más cuando al día siguiente nos juntamos en Löwe a mediodía y por la noche en un carmen del Albayzin con unas vistas espectaculares de la Alhambra. Vamos, que tuvimos casi una boda gitana de tres días...
Si queréis ver todos los detalles del vestido, el peinado, el maquillaje y los complementos que llevé, los tenéis en este post.
Para ver la esencia de un día tan especial, podéis ver el vídeo (sólo tres minutos, tranquil@s) en este post.
En mi perfil de Facebook tenéis muchas más fotos, pero no las he querido poner aquí para que no sea esto algo eterno...
¡Espero que os haya gustado todo! Y, como ya os dije, si queréis direcciones, datos o cualquier otra ayuda, no dejéis de preguntarme.