Un día de sol en Mallorca suele ser sinónimo de playa para muchos, y así fue como Daniel vio a Flavia a orillas del mar y ¡ya se quedó prendado de ella! Así que no la dejó escapar y a las dos semanas volvió a visitarla a Mallorca, y el amor obró su magia: desde entonces ¡¡¡fueron inseparables!!!
La boda se celebró en la finca Son Togores, en una ceremonia muy original y divertida. Flavia tiene una gran reputación entre sus amigos y familiares por ser creativa y por eso no es de extrañar que cuando convocó a todo el mundo a una gran fiesta en el Marhes justo una semana antes de la boda, ¡nadie se la quisiera perder! La boda fue una gran sorpresa para todos por lo que nada más recibir esta invitación todo el mundo planificó y reservó sus billetes para no perderse la boda. Conociendo a la novia, las expectativas eran muy altas.
Llegado el gran día, los novios se prepararon en fincas separadas rodeados de sus más allegados. Daniel y sus bestmans iban de azul marino con camisa blanca, como cuenta el novio “Flavia y yo encontramos el traje después de un largo día de compras en Barcelona.”
La novia por su parte no podría estar más impresionante. El vestido de Flavia fue hecho a mano y diseñado por Atelier Amelia en Francia y lucía en sus pies unos Jimmy Choo de su colección nupcial.
Los colores de las damas de honor eran de color rosa pastel con bouquet blanco y verde.
Los novios pidieron a los invitados que se vistieran de colores pastel para las mujeres y azules para los hombres, y muchos siguieron su ejemplo. Mientras, Daniel se preparaba para el gran día en el centro de Mallorca, Flavia se maquillaba y se peinaba en la finca que tienen sus padres en Esporles junto a sus damas de honor…
Cuando el novio estuvo listo junto a sus bestmans, se dedicaron a recibir a los invitados con limonada fresca en la Finca de Son Togores mientras esperaban ansiosamente la llegada de la novia.
Una llegada que no se hizo esperar más de la cuenta ya que Flavia hizo su aparición a bordo de un flamante Porche blanco junto a su padre. ¡Menuda llegada!
La boda transcurrió encantadora oficiada por Paul Valentine, donde no faltó el sentido del humor combinados con la emoción del momento. Hubo tres pequeños pajes vestidos de blanco y azul.
Los anillos que se intercambiaron fueron diseñados por Tiffany y vinieron de Beverly Hills y San Francisco.
Tras el Sí Quiero, los recién casados pasaron a hacerse las fotos grupales, mientras los invitados fueron agasajados con cócteles y canapés en el jardín a ritmo de la guitarra española tocada en directo por Antonio Gil. Se sirvió una deliciosa cena firmada por Fosh Catering quien una vez más, sorprendió con sus exquisitos platos.
En palabras de los propios novios:”El mejor recuerdo para nosotros el día de nuestra boda fue reunir a nuestros amigos y familiares en un ambiente agradable y relajante para compartir este momento especial con nosotros. Invitamos a personas de 12 países distintos como Francia, Alemania, EE.UU., Irlanda, Canadá, Italia, Portugal, Malasia, España, México, Holanda, Polonia….”
Tanto Flavia como Daniel querían hacer algo especial e introducir a los países y reconocer su agradecimiento a todos los que viajaron de todas partes del mundo para estar con ellos en un día tan especial. Así que decidieron anunciar todos los países presentes en la boda.
Prosigue la novia “Juntos recogimos todas las banderas de los países y pasamos la noche anterior a la boda hasta las 4 a.m. para seleccionar y seleccionar la música para las presentaciones. Cuando llegó el momento, sorprendimos a los invitados agitando la bandera de sus países y tocando una canción y les pedimos que subieran al escenario para bailar con nosotros. Todo se transcurrió muy bien y todos quedaron boquiabiertos con todos los espectáculos sorpresa que habíamos ideado coordinados por Sara y el equipo de Moments.”
Después de la gran cena, acompañada de varios espectáculos, discursos, sorpresas (también las hubo para la pareja con un vídeo que les prepararon sus primos y hermanos) y desfile de banderas, los novios sorprendieron a todos los invitados una vez más con un saxofonista que llevó a todo el mundo hasta la fuente de champán donde comenzó la fiesta. ¡El ambiente no podía ser mejor!
Una gran celebración que continuó hasta la madrugada a ritmo de la mejor música que corrió toda la boda a cargo de Deejay Group/LoMusic y fue seguida por un brunch para reponer fuerzas a tantas emociones. ¡No hubo quien los parara y se lo pasaron en grande! Como colofón final hubo otra fiesta en la piscina de su finca privada.
Una boda que se convirtió en una gran fiesta donde no cesaron ni las risas ni el gran ambiente reinante durante toda la jornada que supo, ¡como no! retratar a la perfección el fotógrafo Francisco Fonteyne y a quien agradecemos este maravilloso reportaje.
Para terminar diremos que lo que más nos emociona siempre es la satisfacción y gratitud de nuestros novios, algo a lo que nuestro equipo y a pesar de los años, no deja de tocarnos el corazón: “Muchas gracias Moments por ayudarnos y apoyarnos en un día tan especial para nosotros como el día de nuestra boda”