Casi todas las ideas bonitas vienen de Estados Unidos, que van de lo más sencillo a lo más rocambolesco en todos los aspectos de la vida, pero en las bodas, más. La bueno es que nosotros podemos filtrar, coger lo que más nos guste y adaptarlo a nuestro entorno, nuestra personalidad y, por supuesto, a nuestro presupuesto.
Cuando me embarqué en este mundo de las bodas, sabía que me iba a dar mucha rabia ir descubriendo las cositas nuevas que añadir en la decoración porque como ya estoy casada no puedo usarlo para la mía. Por eso, siempre digo que me volvería a casar mil veces más. Una vez cada dos años estaría genial, sin abusar, por supuesto con vestido de novia incluido, jeje, y además podría invitar a gente nueva que haya en mi vida, amigos que han surgido en los dos últimos años, parejas nuevas de familiares y amigos. De la misma manera no invitaría a gente con la que ya no tengo tanto trato como hace dos años, que también pasa. En fin, que sería perfecto y desde aquí, te digo una vez más, amore: ¿Nos casamos otra vez? Nos toca en 2015, dime que sí con tiempo suficiente para prepararlo todo, que ya sabes de sobra lo que cuesta. Gracias.
Se me va la olla, lo sé. Lo siento.
En fin, pues se ha hecho realidad lo que me temía: ahora hay cosas maravillosas que pondría en mi boda. Pero nunca he visto esas cosas tan cerca como cuando el otro día vi que la empresa encargada de la música de la ceremonia, cena y fiesta de nuestro día, es decir, Sonora, ha incluido entre sus opciones de iluminación las guirnaldas de luces. ¿Por qué? Porque muchas novias se lo han pedido y ahora tienen mucho éxito, normal, ¿no? ¿Por qué? Porque sencillamene son preciosas. Y yo me vuelvo verde y luego me muero, todo de envia, es que van tanto con mi boda, habrían quedado perfectas. De hecho, las habría puesto en todos lados. ¡Ains!
¿Las habéis visto alguna vez? Yo solo en foto, snif snif. Son ideales para cenas al aire libre y se pueden poner como de techo o bordeando la zona con árboles, por ejemplo. Dan una sensación de fiesta tranquila, hacen que la escena sea acogedora y dan ganas de pasarse horas y horas bajo esas lucecillas charlando, riendo, poniendote morada con el banquete...
Mirad, estas de abajo son las de Sonora. Las cenas bajo ese techo de luces tienen parecer que estás en un escenario de un cuento o de una película romántica. ¡Maravilloso!
Hacen que la zona donde están colocadas tenga un aire romántico y mágico incluso aunque aún no haya caído la noche.
También se pueden colocar con otros elementos de decoración, como estos paraguas, que le añaden al ambiente un aire más encantador si cabe.
Si te estás quedando enamoradiísisisisima de este estilo, lo quieres en tu boda pero estás poniendo morritos porque tu cena va a ser bajo techo verdadero... ¡No te preocupes! También se suelen poner indoors. Así que... ¡no hay excusa!
Está la opción de ponerlas en los árboles, como detalle de decoración, más que de iluminación, pero igualmente queda un rinconcito de lo más acogedor.
Y, como no, son perfectas para hacer el reportaje fotográfico.
Lo dicho: ansia viva de volver a casarme.
Vosotros, ¿habéis estado en alguna boda iluminada como estas? ¿A que también pensáis que son maravillosas?
Si estáis aún a tiempo de incluirlas en vuestra boda, ¡no lo dudéis! Será más inolvidable todavía.