¿No os parece un dineral exagerado corriendo los tiempos que corren?
De media, nos gastamos casi la mitad del presupuesto total de la boda en el banquete, algo normal porque hay muchas bocas que alimentar y emborrachar, ejem. Y ya que estamos, no vamos a servir croquetas y empanadas, que, sinceramente, están buenísimas y la gente se quedaría super contenta porque es algo que gusta a todo el mundo. Pero normalmente no. Hay que quedar bien con los invitados, que la gente por ahí comenta mucho, ¿verdad? ¿Pues sabéis qué os digo? Que la cena de mi boda fue tipo cóctel y no recuerdo casi ninguno de los platos. Y posiblemente casi ninguno de mis invitados los recuerden. Pero ¿qué más da? Por eso estoy más que contenta de haberme gastado lo que me gasté por persona. Y no os lo digo ahora para dedicarle una entrada en el futuro. Tendré que rescatar las fotos de cuando fuimos a probar el menú.
Otro de los gastos más importantes es la luna de miel. Que ya que es una vez en la vida, pues hay que hacer un viaje mítico. Recorrer el mundo de cabo a rabo en avión, barco, tren, camello y burro, no hacer nada en paraísos carísimos, ir a las capitales más importantes del universo... Pues bueno, está bien, como os digo siempre, si es lo que os gusta (que a mí me encanta) y os lo podéis permitir, ¡adelante! Pero teniendo en cuenta el desembolso tan importante que estamos haciendo con la boda, quizá podamos dejar el viaje de nuestra vida para cuando nos recuperemos de la cuesta de enero de la boda.
Pero hoy no os voy a hablar de lo caras que son las bodas, principalmente porque es un tema que me encanta y en el que considero que hay que gastarse lo que uno quiera. El problema está cuando uno no puede...
Hay que empezar a recortar gastos. Pero ¡no pasa nada! En absoluto. Puedes tener la boda de ensueño y sentirte una princesa de blanco aunque te gastes mucho menos que la media.
Bueno, como os podéis imaginar, otro de los hachazos más grandes a la cartera es el vestido. Y es que además, a esos precios, hay que sumarle todos los complementos, que no son pocos.
Como os dije, yo me gasté en mi vestido de novia 500???. Y cada vez que le decía a alguien lo que me había costado, las respuestas eran ¡¡¡¿¿¿Solo???!!! Hasta yo, que principalmente lo elegí por el precio.
Ahora, salgámonos un momento del tema boda, de vuelta a la realidad. ¿Te comprarías un vestido de 500???? ¿A que no? Ya uno de 50 me parece caro...
Es que vivimos en una época, sociedad, mundo, en el que si le ponemos a algo la palabra "boda" ya se empieza a multiplicar el precio.
Y que conste que en el tema de los vestidos de novia, entiendo perfectamente por qué son tan caros. Casi todos, se hacen con una delicadeza, unos tejidos, unas piedras, unos encajes,... que es que no saldría a cuenta venderlos más baratos. Pero afortunadamente, hay opciones para todos los bolsillos.
Así que si no eres rica, o tienes familia rica que te regale el vestido, o no te has encaprichado con uno de Pronovias o Rosa Clará (por poner un par de ejemplos), pero quieres ir de blanco princesa y deslumbrar el día de tu boda, he buscado unos cuantos modelos de venta online que me han encantado. Por supuesto, al ser vestidos de novia baratos no vas a encontrar tejidos realmente buenos y delicados, pero de lo que se trata es de estar guapa y radiante el día de tu boda.
Si pincháis en la foto, os lleva a la web del vestido.
Light in the box
Esta web es de China, pero envía a todo el mundo.Y lo bueno es que si quieres hacer alguna devolución o cambio, no tienes que enviarlo de vuelta a China, sino a sus oficinas europeas. Eso sí, mirad bien toda la política de devoluciones. Además, también hay fotos y comentarios de clientas que ya los han comprado para que os hagáis una idea de cómo le ha ido a otras chicas.
Este vestido me parece precioso, os haría el juego de que adivinárais cuánto cuesta, pero con mirar una línea más abajo ya lo íbais a ver, jeje. Bueno, pues cuesta menos de 60. Cómo lo leéis. Alucinante, ¿verdad? Yo es que ya me lo estoy imaginando en mí misma con un cinturón dorado de esos que se llevan ahora de hojas y unas sandalias abiertas doradas. Precioso. Me lo pondré en una de mis bodas anuales imaginarias.
Este modelo también es uno de mis favoritos. Es sencillo, elegante, con falda de tul, cinturón de pedrería. Se puede pedir en blanco, si lo preferís y solo por unos 150. ¿Os gusta?
Si lo preferís menos voluminoso y mucho más sexy con ese escotazo, tenéis este por 110. Jo, parece que me dan comisión o algo, pero para nada, simplemente es que me parece alucinante que vestidos tan bonitos cuesten tan poco por comprarlos online.
Dress First
Este vestido es super delicado, de gasa y corte imperio, con manguitas y escotazo en la espalda. Y ¿sabéis cuánto cuesta? Sí, porque lo véis aquí al lado --> ¡menos de 125! Os cuento un secreto (es una chorradita): cuando aún ni pensaba en casarme pero sí que soñaba con mi vestido de novia, me lo imaginaba así, de corte imperio... ya, cuando una se promete la cosa cambia, sobre todo porque no es el corte de vestido que mejor le va a mi cuerpo.
Para aquellas princesitas que no quieran renunciar a su vestido de cenicienta en su gran día, aquí tenéis esta preciosidad con lacito incluido por 170. Una ganga, señoras.
Y si queréis enseñar cacho piernas, aquí tenéis este modelo, con el escote de tul y la espalda abierta, además de que es asimétrico y por la parte de atrás es un poco más largo, que podría representar a la típica cola pero en corto. Es muy original, me gusta, y cuesta unos 130.Estos son solo unos ejemplos, los he elegido según mis gustos, podéis echar un vistazo a las páginas a ver si encontráis lo que más se acerca a lo que os gusta a vosotras. La verdad es que yo me planteé comprarlo por internet pero ya era demasiado tarde, porque me lo compré demasiado pronto. Pero si vosotras aún estáis a tiempo, considerad esta opción porque es muy barata. Haced cálculos y veréis todo lo que os ahorráis.
Comprar un vestido de novia online es arriesgado, pero por estos precios, yo creo que merece la pena intentarlo, si lo hacemos con antelación para que nos dé tiempo a cambiarlo o modificarlo. Además, que si nos gastamos tan poco, luego podemos invertir un poco más en que nos lo arregle una modista si no nos queda del todo bien.
Por supuesto, también tenéis la opción de ir a alamcenes outlets de vestidos de novia o boutiques que tengan modelos de hace unos años a precios muy asequibles (lo que hice yo), pero ese ya es otro tema.
Vosotras, ¿os arriesgaríais? ¿conocéis a alguien que lo haya hecho?