Que el precio sea decisivo. Según palabras de Eric y con las que estoy 100% de acuerdo “es mejor gastar en aquello que dura para siempre y menos en lo que desaparece. Siempre en proporción, claro”. Es obvio que con los gastos que supone organizar tu boda, miremos a la hora de recortar gastos, pero si lo pensamos fríamente… ¿Cuál es la diferencia de precio entre un fotógrafo que nos gusta menos pero es barato con uno que nos encanta y que tiene buenas referencias? ¿300 euros? ¿500? ¿En serio vais a renunciar a tener unas fotografías geniales por ahorrar un mínimo tanto por ciento? ¡Venga va…!
No conocer lo suficiente al fotógrafo. No es fácil encontrar al fotógrafo adecuado y ya no solo por el resultado de su trabajo, sino por la química que se puede crear entre él y vosotros como pareja. Es por ello, que Eric recomienda quedar con el fotógrafo en alguna ocasión antes del día de la boda ya que de esa manera os aseguráis que hay buen rollo entre vosotros y de que no se trata de un fotógrafo “que está todo el tiempo diciéndote lo que tienes que hacer, que te hace esperar, que no calla, que te agobia… ya que puedes pasarlo muy mal”. Para ello se recomiendan también las sesiones preboda muy útiles para conoceros y para ver como os mostráis delante de cámara.
Dejarse llevar por las modas. Las modas van y vienen y se pasan y es por ello que la elección del fotógrafo debe ser porque el trabajo que realiza os apasiona, no porque en ese momento es tendencia y el estilo de tal fotógrafo es el que se lleva… puede ser un error garrafal, ya que en años puede pareceros algo horrendo y solo por seguir esa tendencia que en aquel momento se llevaba. Algunas preguntas que suele hacer Eric a los novios para conocer el estilo con el que más pueden encajar son “¿Hace posar a los novios? (esto notarás por lo rígidos o naturales que parecen). ¿Miran a cámara o están a lo suyo? (si miran a cámara sabrás que están pendientes del fotógrafo). ¿Logra captar momentos fugaces? (ya sabes, esas cosas que suceden sólo en un segundo: un gesto, una miradita, algo que cae…). ¿Sus fotos parecen antiguas? (a veces parecen todas grises, con grano, como los carretes de antaño). Son sólo algunas pistas que te ayudarán a detectar diferentes estilos, pero hay muchos matices que harán que alguno te encaje más que otros.”
Demorar la fecha de contratación. Como es lógico, los buenos profesionales son los más solicitados y tratándose de fotografía más vale darse maña… Y al igual que a ti puede gustarte el estilo de uno, habrá unas cuantas parejas que piensen igual que tú. Así que en cuantos lo tengáis claro, contratad. No lo penséis ni un segundo… ¡Adelante! Según Eric, “la franja ideal para contratar a un fotógrafo está entre los 12 y los 8 meses de antelación” y como profesional de las bodas, doy fe de ello.
No hacer las preguntas clave. Siendo directa y concisa… ¡Ahí van! No os dejéis ninguna.
¿Quien vendrá a mi boda? ¿Vendrás tú personalmente?
¿Qué incluye exactamente el precio? (cantidad de horas, número de fotos, preboda, postboda, álbum, etc.
¿Cuánto tardas en entregar las fotos?
¿Podré elegir las fotografías del álbum?
¿Tienes sustituto si te pasa algo?
¿Cuántas bodas aceptas al día? ¿Y al año?
¿Qué copias de seguridad realizas?
¿Cuánto hace que fotografías bodas?
¿Cómo vestirás en mi boda?
¿Tienes un permiso para hacer tu trabajo?
¿Cuánto es el adelanto y formas de pago?
Y hasta aquí el post de hoy y la información que yo os puedo ofrecer, si queréis más información, podéis contactar con Eric y encantado os ampliará información.
¡Un besote grande!
Alba, tu organizadora de eventos y wedding planner.