La Pre Boda en la Playa
¿Dónde vamos a encontrar algo más bonito y autóctono que un precioso chiringuito en la playa en Mallorca para celebrar la pre-boda de unos enamorados? Si muchos nos eligen como set de rodaje de anuncios “de felicidad”, ¡cómo no disfrutarlo la gente maravillosa de la isla! Risas, bailes, besos y brindis con sabor 100% mediterráneo…esta sí que es ¡¡la chispa de la vida de Xisca, Andrés y sus seres queridos!!
Una boda con sabor y olor a Mallorca sin renunciar a las últimas tendencias en decoración
¡Ese fue nuestro reto! Combinar elementos tan dispares como olivos naturales, cestas mallorquinas, verdes y plantas típicos de nuestra isla con mobiliario industrial, sofás Chester, sillones orejeros, alfombras de corte clásico…y todo ello aderezado con una paleta de color que iniciaba su recorrido en los colores tierra, pasando por los verdes grisáceos y acabando en atrevidos toques de granates, rojos y dorados envejecidos.
Los novios
Xisca y Andrés lucieron sus mejores galas, pero al igual que el resto del ambiente elegido para su día especial, optaron por traje impecable y elegante vestido.
Él con mucha clase y un traje de Hugo Boss que le sentaba como un guante, ella un precioso vestido de precioso diseño, con discretos pero encantadores detalles, que resaltaba su estilizada figura. A sus pies, Jimmy Choo.
La Iglesia
El lugar elegido, El Santuario de Gracia, ya predeterminó desde el principio la decoración, nuestro equipo optó por ceder todo el protagonismo al Santuario y a la pareja y por eso apostamos por ubicar en la puerta de acceso a la capilla dos grupos de olivos naturales en tiesto de barro mallorquín acompañados con cestas repletas de verdes. Ni una sola flor, esa fue nuestra apuesta.
El único toque floral y aun así de pequeñísimo formato, lo aportaba Xisca en su ramo, un diseño de aire campestre y desenfadado compuesto de olivo y rosa multiflora blanca que pasaba prácticamente desapercibida.
También para Andrés se confeccionó un prendido floral con los mismos elementos encajando a sí a la perfección ese detalle con el ramo elegido por Xisca. Bajo el altar, una sobria decoración compuesta por botellas mallorquinas de cristal verde en diferentes alturas con bouquets de Gypsophila, aplicando la máxima de menos es más.
La Finca
Una vez casados, Xisca y Andrés, ahora ya como marido y mujer, esperaban a sus invitados en la bonita finca donde no faltó detalle y los elementos decorativos y guiños a los familiares y amigos estuvieron presentes en todos los rincones de la finca.
Un espacio decorado con elementos de la propia finca daba la bienvenida a los invitados, se utilizó un carro antiguo que se decoró con cestas repletas de flores: eustomas, alhelíes y ornithogalums combinados con olivo y eucalipto. Completaba este hermoso bodegón una escalera típica mallorquina con fotografías de todos los invitados a la boda.
El Aperitivo
Para la zona de aperitivo Xisca y Andrés nos pidieron que creáramos espacios confortables donde los invitados se sintieran como en casa, así que decidimos sacar toda la artillería.
Creamos dos zonas diferenciadas. La primera junto a la piscina, una zona más dinámica y con movimiento como si de una terraza de verano se tratara. Para ello elegimos un mobiliario de madera de mesas altas y taburetes a conjunto. La segunda zona se ubicó en la parte del jardín aprovechando el maravilloso entorno de pinos y olivos centenarios que la finca nos ofrecía.
Aquí ubicamos diferentes espacios donde los sofás Chesters junto con los sillones y nuestros chill-outs hicieron las delicias de los invitados. Cada espacio se complementó con alfombras de corte clásico y nos atrevimos con bobinas de cable industriales que hacían la función de mesa auxiliar. Y cómo no, todos y cada uno de estos espacios se completaron con arreglos florales de pequeño formato en base de cristal repitiendo la misma selección floral que se repetiría en todo el evento.
¿Nuestro rincón favorito? ¡El Bar!. No fue fácil, pero lo conseguimos. Diseñamos y fabricamos en exclusiva para ellos unas barras de madera que se integraban a la perfección al espacio elegido, prestando atención a todos los detalles, así como las contra barras, para las que elegimos dos hermosas estanterías de corte clásico de madera, así como la señalización de la misma con unas letras iluminadas que le aportaban un punto retro muy divertido.
Para finalizar nuestro equipo de floral diseñó una cobertura de verdes que aportó la combinación perfecta entre los colores tierra y madera y los verdes grisáceos que presidian todo el espacio del jardín.
La Cena
Fue en este punto donde se introdujo un nuevo color, el dorado. Lo hicimos de forma muy sutil, sin estridencias. Combinamos mesas redondas con mesas de formato alargado para así anular toda sensación de distribución formal.
Para las mesas redondas diseñamos arreglos florales de estilo campestre en copa clásica dorada. Las flores eran de nuevo las protagonistas, freesias, alhelíes, astilbes, verónicas, astrantias, lisianthus…flores de formato sencillo pero una vez juntas de gran elegancia para conseguir hermosos arreglos florales.
En cambio para las mesas alargadas apostamos por composiciones en base de tronco de madera con plantas naturales, acompañadas eso sí por pequeños toques florales.
Todo y cada una de las mesas se complementó con velas de diferente tamaño redondeando así toda la composición.
Una fiesta a la que por supuesto, no faltó detalle: deliciosa cena, tarta exquisita, y como no ¡baile hasta el amanecer! Desde Moments solo podemos exclamar con ilusión: ¡Que vivan los novios!
Los novios, muy felices y sonrientes tras un día lleno de emociones, brindando con Ana de Moments.
Fotos: Made in Video