Se casaron en el ayuntamiento de Fornalux y la ceremonia fue civil.
Ella llego en una furgoneta Volkswagen clásica T1 que le había dejado su querida amiga Regina. Una furgoneta preciosa en crema y cereza en la que hizo su gran aparición Mar.
(Si os interesan los transportes originales para boda también podéis echar un ojo a este post: http://momentsweddingblog.com/2015/06/12/transportes-originales-para-tu-boda/)
Mientras Davide le esperaba en el ayuntamiento. El llevaba un traje azul marino muy casual, sin corbata ni calcetines. Camisa blanca y un pequeño pañuelo a juego con los pendientes de Mar. Eso sí, su bigote nos encantó.
Cuando bajó de la furgoneta todos los invitados de la boda se quedaron impactados con el precioso vestido de la novia, una verdadera obra de arte de la diseñadora Vicky Martín Berrocal. http://www.vickymartinberrocal.es/
Era un vestido de encaje, sorprendentemente de manga larga con escote en la espalda. Aunque en las fotos parezca algo más claro, era de color crudo, de corte sirena y media cola.
Las mangas en transparencias de encaje y el resto del vestido era con escote palabra de honor por la parte delantera, mientras que en la espalda llevaba un gran escote en forma de pico que le llegaba a la cintura. A partir de ahí una larga botonadura hasta el inicio de la cola. La cola estaba bordeada, en la parte superior, por una hilera de rosas confeccionadas con el mismo encaje del vestido. Constaba de varias capas de volantes superpuestas realizadas, así mismo, en encaje.
Mar llevaba una coleta baja recogida con una rosas blancas, un abanico a juego con el vestido y unas cuñas del mismo estilo. Lo que realmente sorprendió fueron los pendientes y las uñas de color cereza intenso, le daban un toque diferente al estilismo.
Ana, la wedding planner de Moments encargada de la boda, cuenta que lo pasó muy bien en todas las reuniones con esta pareja. Ellos viven en Madrid y venían a todas las pruebas desde allí.
Después de la alegre ceremonia, la pareja ofreció un coctel de vermut en la plaza de Fornalux para todos sus invitados. Estos, lo agradecieron mucho ya que ese día hacía mucho calor.
El banquete se celebro en una preciosa finca, propiedad de la familia de Mar. Can Cuart, pertenece a Sóller y está situada en plena Tramuntana. El paisaje desde allí es espectacular y sobre todo si la celebración es al atardecer, como en este caso, que el sol bañaba los montes de pino, encinas, limoneros y vides de todo el alrededor.
Y por fin llegó, la recién casada pareja, a la finca. Bajaron de la furgoneta y todos los invitados aplaudieron.
En la entrada colocamos un cartel para que los invitados pudieran reconocer fácilmente la finca. Decoramos el porche con un table-plan de espejos para que los invitados supieran en que mesa tenían que sentarse y se reunieran allí para tomar un aperitivos antes de pasar a los jardines del banquete.
Antes de pasar a las preciosas mesas que habíamos decorado, los novios y sus invitados se hicieron un montón de fotos con las vistas de la finca y con una pequeña casa de muñecas que nosotras habíamos decorado como tocador.
Debajo de unas encinas octogenarias organizamos el espacio en tres zonas: las mesas, la pista de baile y la zona de Dj. Para la cena, colocamos tres mesas imperiales. En la primera se sentaron los novios y sus familiares más cercanos. Por un lado los amigos españoles y por el otro los amigos italianos. Mar tenía mucha ilusión por las sillas chiavari doradas y para que la decoración no fuera muy recargada las intercalamos con otras blancas de este modelo tan popular de sillas. Colocamos el mantel inferior en blanco y el superior en ocre para que el resto de elementos quedaran integrados. El bajoplato en cristal a juego con las copas y el vaso de agua en verde con las hojas de la decoración floral. Además como sabíamos que a Mar le gustaba el color dorado, colocamos jarrones en este color y unos delicados cordones en las servilletas.
Para dar un ambiente cálido a la cena, una hilera de velitas de diferentes tamaños a lo largo de las interminables mesas y unas preciosas guirnaldas de luces que fuimos aumentando de intensidad según iba atardeciendo. ¡Estamos en todo eh!
La cena nos encantó, fue una mezcla de productos selectos mallorquines e italianos que trajo el novio. Davide explico al catering como debían presentar los productos, como acompañarlos y en qué orden debían servirlos. Mozarela de búfala, parmesano, vino prosecco, embutidos de trufa… y muchísimos aperitivos exquisitos directamente traídos de Italia por Davide.
Después de la cena, habíamos preparado una antigua tafona como discoteca. Farolillos industriales, velas y una gran mesa de chuches alrededor de la que bailaron hasta atas horas de la noche y el resto… ssshhhhh!!! es secreto de sumario.
¿Y qué más? Lo único que os podemos contar es quien fue el fotógrafo: http://www.blancfotografia.com/
Que disfrutéis de las navidades y hasta la semana que viene.