Inma y Andrés se dieron ya el sí quiero hace ya algún tiempo, pero hay bodas que se quedan ahí en el tintero y no sé todavía por qué no la había publicado, porque quedó de ensueño y mis novios no podían estar más reguapos el día de su boda.
La boda tuvo ese toque rústico que tanto casaba con la finca en la que se casaron y un guiño a la toscana con mesas rústicas repletas de botecitos con flores y la lavanda como flor protagonista.
Un seating place repleto de chapas con frases graciosas fue el centro de atención nada más llegar los invitados y un rincón con palets que creamos en el jardín para que los invitados pudieran sentarse, hacerse fotos o tomarse un mojito.
Y poco más queda por decir, os dejo con las fotos de Pierluigi Cavarra con quien una vez más tuve el placer de trabajar.
Besos con Love