En un entorno tan natural como este se utilizaron colores como el turquesa y el mostaza, unidos a otros neutros y naturales como la madera, los colores piedra y los blancos rotos. Para la decoración floral se siguió la gama cromática y se escogieron flores silvestres de tonos turquesas y mostazas combinados con el verde de las hojas silvestres.
La pasión de los novios por lo handmade quedó de sobra probada en todos y cada uno de los rincones del evento. Su toque personal quedó grabado en las flechas que indicaban las direcciones, las letras de madera, el teepee, las chapas personalizadas de los invitados y toda la cartelería. No en vano, junto a otros amigos están perfilando los últimos detalles de DOSmasDOS, una empresa que organizará bodas tan mágicas como la suya.
A la sorpresa por descubrir cómo irían vestidos los novios, se unió su emocionante entrada a la ceremonia en dos motos. Oriol conducía la suya y llevaba a su madre detrás, mientras que la de Nadina estaba conducida por su padre. La novia lucía un vestido en blanco roto con la espalda descubierta de Immaclé y llevaba un bonito ramo compuesto por brunia, eryngium, flor de arroz, delphinium y nigella. Él llevaba una chaqueta de cuero y unos pantalones de color claro.
La ceremonia fue muy personal, con música en directo y con la participación de amigos y familiares. También los músicos amenizaron los aperitivos subidos en el remolque de un tractor, mientras los invitados depositaban sus buenos deseos en el libro de firmas y se divertían en el photocall. Hasta en este detalle huyeron de los convencionalismos y de las pelucas y accesorios típicos y, en su lugar, colocaron unas originales pizarras con mensajes.
El menú constaba de diferentes paraditas para que así los invitados pudieran escoger qué comer y, por supuesto, ¡repetir cuantas veces quisieran! Había de todo: quesos y jamón, risotto y fideuá, ensaladas y hasta show cooking de mariscos, carne y huevos estrellados. Además, la pareja se involucró al 100% en los postres, sirviéndolos ellos mismos a los invitados. Se trataba de un buffet de repostería variada que incluía fruta, trocitos de pastel, buñuelos, trufas, etc. Todo suena delicioso, ¿verdad?
Como detalle para los asistentes a su boda, los novios tuvieron una idea muy original, ya que les regalaron una botella de vino blanco y una plantita de menta con instrucciones para que la cuidaran y, de este modo, pudieran tomarse un mojito juntos muy pronto.
Sin duda, una boda organizada con mucha ilusión y repleta de interesantes ideas. ¿Cuál es la que más te ha gustado?
Organización DOSmasDOS | Fotografía La Dichosa | Repostería Cal Blay | Flores Art Floral | Vídeo Guillem Costas | Música en directo Guillem Carmona | Corona floral Flower Cap
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