La boda sencilla y rústica de Marina y Jorge
«Desde el principio tuvimos claro que era un día para disfrutar con los nuestros y pasarlo bien, donde todo el mundo pudiera estar a gusto en todo momento, y ese fue el motivo por el cual nos centramos tanto en los detalles.» Lo que buscaban era un estilo rústico pero con toques actuales, algo sencillo y cargado de energía, pero que tuviera toques especiales que los representaran, y tanto las chicas del Catering de Manzano como las de Doña Cúrcuma lograron que la pareja se sintiera muy identificada con el espacio que crearon.
Marina y Jorge se implicaron de lleno en la decoración y organización de la boda, trabajando tanto en el cigar bar, donde cada fumador pudo degustar de varios tipos de puros y cigarros, hasta la zona del confort, donde los invitados pudieron intercambiar sus zapatos por unas alpargatas terriblemente cómodas.
La boda también contó con un sello diseñado especialmente para ese día, kits a prueba de apuros y emergencias, una sesión de música que consiguió que todo el mundo moviera el esqueleto gracias a DJ Nack y una barra de cócteles de mano de Varsovia que tuvo a todo el mundo encantado. Además, los asistentes pudieron degustar de delicias entre las que se encontraron un buffet de quesos asturianos y su contraste con un maestro casero y un cortador de un sabroso jamón ibérico. No hubo mesa dulce, pero sí un detalle para los invitados en forma de cajita con macarons hechos por Ma Petit Patisserie.
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