Fer y Alba soñaron siempre con una boda familiar, cálida y elegante. Una boda en la que los invitados se sintieran a gusto; los detalles tuvieran importancia y el ambiente fuera muy íntimo. Para ello escogieron una casona antigua en la que la decoración del espacio era muy singular. Decoraron los diferentes rincones con velas, tarros pequeños con lavanda, eucalipto y paniculata y farolillos con velas.
Alba, por su parte, lucía un vestido de novia con pedrería realizado a medida para la ocasión y lo acompañó con un asilvestrado ramo, dando así importancia al estilo más rústico, con rosa eden, astilbe rosa, tacenatum, eucalipto y diferente variedad verde.
`Uno de los instantes más especiales fue el momento de la ceremonia. Nosotros estábamos en el centro del porche, los invitados a ambos lados sentados. El oficiante de la ceremonia fue un familiar que vive fuera de Asturias que me conocía desde niña, lo que hizo que fuera una boda muy cercana, sentimental y emotiva, además de muy personal. En las sillas de los invitados se pusieron abanicos, pero al final de la ceremonia éstos decían que se deberían haber puesto pañuelos. Aunque lo que más especial fue para nosotros fue el momento de darnos las alianzas porque nos las entregamos en unos osos de tela, hechos por mi sin que Fer supiera nada. Lo que fue una gran sorpresa para él. El oso, Roger, llevaba varios años formando parte de nuestra familia. Se lo regalé un día de reyes y es como nuestra pequeña mascota. Así que para la ceremonia quise sorprenderlo e hice una osa, Rogelia. Porque así sería como si Roger también se casara.´nos cuenta Alba, la novia.
Durante el cóctel hubo un rincón especial: una mesa repleta de una gran variedad de quesos asturianos riquísimos, aderezada con frutas, cestas de panes y mermeladas. La cena tuvo lugar en un cenador inglés, decorado con una chimenea iluminada con velas y pequeños tarritos con paniculata. Para la decoración de la mesa, se usó mantel blanco presidido por otro de gasa transparente con dibujos de cachemir y flores en tonos rojizos, beige y azul acompañados de vajilla blanca y cristalería transparente. En el centro de la mesa, una sopera de porcelana antigua servía de base para el arreglo floral junto al número de mesa sujetado por una pieza metálica.
Como colofón a esta boda familiar, se preparó una mesa dulce presidida por un Naked Cake decorado con frutos rojos. Como topper, unos novios de Playmobil.
¿Qué te ha parecido la decoración de la boda? Sin duda un día familiar, con un estilo elegante y cuidado.
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Fotografía Cristina Cañibano | Flores Pando Floristas | Catering Sol Gimeno | Ubicación Castiello de Selorio | Música Día DJazz eventos
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