Desde el momento en el que Laura me enseñó el vestido de novia me la imaginaba saliendo del coche y llegando al altar con esa sonrisa enorme que la caracteriza y ese vestidazo de sirena con volantes que la enamoró nada más verlo. Ella es de las que sabe lo que quiere y lo tiene todo requeteclaro.
En su boda predominaba el verde, ¡hasta sus zapatos eran de ese color! La verdad que consiguieron salirse de lo de siempre; Él iba con unas zapatillas Converse y una pajarita a juego, sin chaqueta y sin formalidades ¡A su manera!
Eso es lo que me enamora de las bodas que hago, que no hay protocolo, no hay formalismos, hay gente que quiere a los novios, ganas de celebrarlo, de hacerlo bonito, de pasarlo bien y de crear un recuerdo para toda la vida.
Para ser la primera boda, me encargué de prácticamente todos los detalles de la decoración. Hice pai pais, arroz de colores, un rincón de fotos de los invitados, una estación de limonada, una mesa de firmas con piedras de río, un photocall en la discoteca, un candy bar y un rinconcito para la presentación de los detalles para invitados. Además de unas mesas de palets hechas también por mi. Aquí os dejo algunas fotos:
“El día parecía pintado a mano”
Hizo un día maravilloso, de los que te apetece quedarte, para ser 1 de agosto la temperatura fue la ideal y además por la noche se nos presentó una luna llena e hizo que la cena fuera como en las películas románticas francesas.
Una mesa presidencial de dos, para poder disfrutar de la pareja haciendo un kitkat entre tanto ajetreo.
La mesa presidencial para dos personas las recomiendo 100% porque para la pareja puede ser un momento íntimo para comentar el día, los nervios y las anécdotas que ya han empezado a surgir. Además a los invitados no les da tanto reparo acercarse a la mesa presidencial a dar los regalos o bien hacerse fotos con los novios, en este caso era casi obligado ya que pusimos un palo de selfie en cada mesa y las idas y venidas no se hicieron esperar.
Una vez terminada la cena, los invitados pasaron a la discoteca donde tenían más de una sorpresa prepara tanto para ellos como para los novios.
Y tal día como hoy lo recuerdo como una boda 10, donde los invitados se lo pasaron en grande y los novios disfrutaron como nunca. Así que chicos, no perdáis nunca vuestra esencia, seguid cumpliendo años juntos y que yo los pueda ver.
Gracias amiga.
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