¿Quien os vestirá el día de la boda? ¿Ya os habéis hecho esa pregunta? ¿O ni se os ha pasado por la cabeza? Pues creerme cuando os digo que debéis tener este tema bajo control. Todo lo que os he ido contando (y continuaré) es sobre mi experiencia y sobre esto yo creía que lo tenia controlado, pero se nos fue de las manos.
Mi vestido era "algo" complicado de poner, imagino que como muchos otros, el cuerpo es un corsé y se cierra en la espalda con unas cintas que se tienen que poner de una forma específica para evitar que del peso de la falda alguna se soltase.
Hasta ahí todo normal ¿o no? Pues no queridas... Cuando íbamos a las pruebas del vestido mi madre sabía que no sería capaz de ponérmelo bien, entre los nervios y los problemillas de vista prefería delegar en otra persona. Tiene una amiga que me ha visto nacer, bueno, a mi y a mis hermanos, así que se vino a una prueba le explicaron como hacerlo y en esa misma prueba me vistió ella.
A pesar de todo lo que sucedió el momento de vestirme fue uno de los más especiales, ya de por sí tiene mucha carga emocional, es uno de los mas esperados, por fin te ves como has estado soñando tanto tiempo y yo estuve rodeada de personas con las que deseaba estar. Ocurrieron muchas anécdotas, una de ellas fue cuando llegó una personita muy especial y al abrazarme me hizo llorar, todos empezaron a pedir pañuelos y justo en ese momento entraba mi vestido por la puerta, mis sobrinos con cara de asombro miraron el vestido y dijeron "¡Alaaaaaa... que pañuelo más grande!" y nadie pudo aguantar la risa jajaja!
Hasta ese momento estuve muy tranquila, o al menos yo lo creía, pero mi casa era un hervidero de gente y no me vistió solo una persona, fueron cuatro... Imaginarme, nerviosa, con todo el calor de mundo y rodeada de manos que ni entre todas se ponían de acuerdo de como iba el vestido.
Suerte que tuve a Adolfo de cómplice que me ayudó con la situación, me relajó y tranquilizó e hizo sacar mi sonrisa, esa que ya no me abandonó en todo el día.
Y aunque en ese momento lo pasé muy mal, por lo agobiada que me sentí, ahora cuando veo las fotos me alegro muchísimo de tener el recuerdo de que mi madre, mis tías y mi prima me vistieran el día de mi boda.
Os deseo un feliz fin de semana, nosotros mañana sábado cumplimos seis años juntos y encima lo celebraremos vestidos otra vez de novios en el evento que ha preparado Katia y que podréis seguir a través de Twitter e Instagram con el hashtag #novias2punto0 .
¡Besitos!
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