Elegir y comprar tu vestido de novia debe convertirse en una tarea placentera. Para ello lo mejor es:
Hazlo con tiempo. De 6 a 9 meses antes. Debes prever posibles cambios y modificaciones.
El modelo ha de estar en función de la ceremonia. Piensa en la época del año y la hora de la boda para escoger el estilo del vestido de novia a comprar.
Empieza por ver cientos de modelos en revistas y galerías de imágenes en la web. Asesórate por profesionales para elegir el estilo que se adecue más a ti.
Cualquier idea que encuentres anótala, e incluso lleva fotografías o dibujos. De esta forma el diseñador se hará una idea de lo que quieres.
Organiza un plannig de visitas. De esta forma estarás más organizada y no darás palos de ciego.
Cuando te pruebes lleva ropa interior semejante a la que vas a lucir ese día. De la misma forma elige zapatos similares a los que quieres calzar en una ocasión tan importante.
Cuatro ojos ven más que dos. Pide a pocas personas de total confianza y objetivas que te acompañen a elegir el vestido de novia.
Elige tu misma. Elige el vestido de novia que te haga sentir cómoda, elegante, y sumamente conforme. Acepta opiniones, pero siempre la decisión final ha de ser tuya.
Pruébate todos los modelos que te gustan. En las perchas muchos modelos no dicen nada. Cuantos más pruebes mejor será tu elección.
Lo mejor es que te pongas un presupuesto de antemano. Cuando vayas al diseñador dile cuál es tu presupuesto y que de ahí no puedes salir. Los profesionales se adaptarán al mismo. Es importante también que compares precios entre unos y otros diseñadores.
Conoce las condiciones de compra, posibilidad de reclamaciones, devoluciones, y garantías.
Confía en quien te vende, confía en su criterio y su experiencia.