Hablando con mi hija me comenta que la Noche de San Juan quiere pasarla con unas amigas en una playa cercana. No he podido evitar rememorar viejos tiempos de juventud en aquellas noches en las que los amigos nos reuniamos alrededor del fuego, cerquita de la playa, para celebrar la llegada del verano.
Y es que la noche de las hogueras es una noche mágica, rodeada de leyendas, con distintos matices dependiendo del lugar donde se celebre. Sea como fuere, no se entiende esta noche si no hay fuego.
La Noche de San Juan es una festividad de origen pagano que suele ir ligada a encender hogueras o fuegos, ligada con las celebraciones en la que se festejaba la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días, iba haciéndose más débil. Simbólicamente el fuego también tiene una función purificadora en las personas que lo contemplaban.
Que mejor motivo, esta noche mágica, para organizar una larga velada en la que tengamos de todo.
En mi tierra tenemos la costumbre de ir a la playa a media tarde para organizar todo. Preparamos distintos platos frios para la cena, o bien llevamos todo lo necesario para preparar una comida estilo barbacoa.
Si tu eres de los que no te gusta comer con arenita por todas partes, puedes organizar una fiesta en casa y posteriormente os dirigís a la playa para ser bendecidos por el poder purificador del fuego.
Algunos platillos que podemos preparar, tanto si vamos a la playa (o en el interior, en algún lugar destinado para ello), como si nos quedamos en casita de cena con amigos o familiares son los siguientes:
Rollo de pollo y morrón (cuanto más frío más exquisito).
Brochetas (de carne o pescado, las teneis preparadas y solo ponerlas en la lumbre).
Tomates marinados.
Terrina de calabacín.
Todos estos platos los encontrareis desarrollados en http://www.recetassimples.com/
Por supuesto, no debeis olvidar la ornamentación. Como siempre os he dicho es esencial que cuideis vuestras presentaciones.
Y por último, hay que acompañar la cena de buena música. A mi, en particular, me encanta la música celta. Pero como la noche es muy larga escuchad todo tipo de estilos musicales. Os recomiendo que recopileis todas aquellas pistas que os gusten.