Para una chica, el día de su boda es uno de los más esperados de su vida. Hoy en día tenemos muchos recursos fáciles y gratuitos para empezar a organizar nuestra boda, y una de las primera cosas que buscamos en internet al empezar con la organización es el vestido de novia.
Todas queremos estar radiantes para el gran día y una de las cosas que más quebraderos de cabeza nos da es la elección del vestido perfecto.
Muchas de nosotras tenemos una idea clara de cómo queremos que sea nuestro vestido de novia, aunque cuando llega el día de buscarlo y de probarnos varios modelos, parece que no es tan fácil...
Antes de elegir un vestido de novia, hay que tener claras varias cosas, y estar abierta a diferentes posibilidades que quizás en un inicio no te habías planteado.
¿Cómo es tu boda?
Lo primero que debes pensar es en el estilo de boda que vas a celebrar, para elegir el vestido que más se adecue al tipo de boda. Una vez decidio, puedes empezar por buscar la marca o el diseñador que haga vestidos del estilo que estás buscando. Quieres un vestido clásico, hippy, playero, moderno? Tienes una larga lista de webs para visitar.
¿En qué época del año de casarás?
Es importante tener en cuenta si la boda se celebrará en verano o en invierno, ya que además de estar guapa, debes estar cómoda. En verano, llevar un vestido de manga larga puede generar incómodos sudores, o por lo contrario, en invierno puedes pasar frío con un vestido demasiado escotado, con lo que deberás taparte con alguna prenda que puede deslucir el vestido.
¿Cuál es tu presupuesto?
Una vez hayas hecho una selección de aquellas marcas o diseñadores que se ajustan a tu estilo, debes descartar aquellas que se escapen de tu presupuesto y quedarte con aquellas que tienen modelos asequibles y se ajusten a tu precio máximo. Hay marcas que tienen gran diversidad de estilos y precios, que servirán para mucha variedad de novias, así que debes tenerlas en cuenta.
No te pruebes 50 vestidos.
Una vez hayas seleccionado las marcas que más se adaptan a tu estilo y presupuesto, estúdiate bien su catálogo y haz una selección de 3 o 4 vestidos que te gusten de cada una de ellas. Concierta citas en sus tiendas para probarte los modelos preselecionados, puedes hacerlo por teléfono y ahorrarte un viaje en vano, ya que la mayoría de marcas precisan de cita previa.
Estate abierta a las sugerencias de los profesionales.
Irás a la tienda con unas ideas claras pero una vez te pruebes los vestidos que hayas elegido, quizás estos no te gustan o no te quedan tan bien como esperabas. Acepta las propuestas de las dependientas ya que ellas saben lo que te puede favorecer.
Elige un vestido que te favorezca.
Como os decía antes, quizás el vestido que te gustaba no te favorece tanto como pensabas, ya sea porque no es como esperabas o porque ese vestido no es el idóneo para tu tipo de cuerpo. Estarás más guapa con un vestido que se adapte a tu figua que con uno que te guste pero que no te favorezca tanto. El vestido ideal es ese que resalte tus rasgos más destacados y esconda tus pequeños defectos. Por ejemplo si eres bajita no te pongas un vestido largo y con mucho volumen o si tienes tobillos anchos no elijas un vestido corto.
Sé tu misma.
Es muy importante no ir disfrazada el día de tu boda. Elige un vestido que refleje tu forma de ser, que no parezca que vayas disfrazada. Asi te sentirás más cómoda y tus invitados lo notarán.
No vayas a la prueba con mil amigas.
Yo recomiendo ir a hacer la prueba con un máximo de 2-3 personas, las que más te conozcan y las que puedan tener una opinión objetiva. Es divertido ir con amigas pero cada una tiene su propio gusto y si escuchas las opiniones de todas acabarás volviéndote loca.
Escucha sus opiniones pero eres tú quien debe tener la última palabra!
Pero sobretodo, sobretodo, escoge un vestido que te haga sentir especial!