A Maria la he conocido a raíz del evento Novias con Morriña. Tras su boda, se quedó con tanta morriña y con tantas ganas de seguir decorando bodas, que ahora es quien está detras de la empresa Que se besen Eventos junto con su socio Jose Manuel. Ellos serán una de las empresas colaboradoras de este evento que está en su cuenta atrás.
El día que conocí a Maria, empezamos a hablar de bodas, y fue escucharla hablar de los preparativos de la suya y pensar “esta boda es ideal para mi seccion de bodas DiY” y aquí está, os dejo con el relato que nos hace María sobre su preciosa boda.
Desde siempre había sabido que algún día me casaría. Las bodas me han parecido un evento precioso desde que tengo uso de razón. No sabía ni cuando, ni con quién. Pero tras más de cinco años junto y después de un verano dándole vueltas y vueltas, ambos nos tiramos a la piscina. Revuelo entre las familias y muchas opiniones. Pero nosotros teníamos claro como queríamos que fuera nuestra boda. Y como no está la cosa muy boyante, decidimos hacer una boda muy de nosotros, muy handmade.
Y aunque nuestras posibilidades se veían limitadas por los precios, nos centramos en que nuestros invitados recibieran lo mejor de lo mejor, aunque lo tuviéramos que hacer nosotros.
Nada más empezar elegimos los colores que predominarían en nuestra boda, ¿Los elegidos? El verde agua con toques de frambuesa. Ese color estaría presente en invitaciones, confetti, Pai-pais….
Lo primero que reservamos fue el día y la hora. Teníamos muy claro que queríamos casarnos por lo civil en el Ayuntamiento de Sevilla. Así que con nuestro 20 de septiembre reservado nos pusimos a buscar restaurante. Algo cercano al Ayuntamiento y que ofreciera un menú tipo cóctel. Además queríamos que se pudiera llegar andado, y con un ambiente un poco vintage. Nada de salones de boda ni fincas lejanas.
Nuestra boda tenía poquitos invitados y nos gustaba un entorno más recogidito. El restaurante elegido fue La Raza, con un menú tipo cóctel de comida de diseño que nos encantó. Con una zona Chill Out y mesitas con sillas de forja al más puro estilo de una cafetería francesa, para que la gente se pudiera sentar.
Una vez reservado todo esto, nos pusimos manos a la obra. Nuestro primer DiY fueron las invitaciones, que hice con muchísimo cariño, y con la ayuda de mi ahora socio de empresa. Predominio del papel Kraft, con un tarjetón en tonos verde agua, banderines y pegatina de cierre troquelada. Aún sigo enamorada de mi invitación de boda. Además decoré los sobres con Washi Tape.
Creamos un logotipo de nuestra boda, que estuvo presente tanto en las invitaciones, como en los sobres de confetti, detallitos…
Yo decidí no arreglarme en casa de mi madre. Quería un entorno más especial, así que elegí un hotel en el centro, el Hotel Palace Sevilla, de lo más espectacular. El día antes mi madre y yo nos fuimos para allá, con todas las cosas. Pasamos un día madre e hija inolvidable, recorriendo el centro, comiendo por ahí…no estuve nada nerviosa. Lo recuerdo con especial cariño, y se lo recomiendo a todas las futuras novias. Disfrutad del día de antes.
Mi vestido de novia era de Pronovias, corte princesa total. Lo complementé con un cinturón vintage de los años 50 en gris marengo con pedrería, que compré en Etsy y vino desde Los Ángeles. Tampoco quería zapatos de novia como tal, así que opte por unas sandalias de Adolfo Dominguez con lentejuelas mate en el mismo color. Tampoco llevé velo, pero si un tocado de Ani Bürech, que este año han introducido en la nueva colección.
Mi ramo era un poco peculiar también. Peonías de tela y broches antigüos, con mango rústico de cuerda. Llevaba incrustado un brillantito azul, por eso del algo azul, claro.
Y ¿por qué quería arreglarme en un hotel? Pues porque tanto Steven (mi ahora marido) como yo teníamos especial ilusión por hacer el “first look“ o lo que es lo mismo, vernos antes de la ceremonia. Los dos queríamos que el momento de vernos arreglados, fuera único y especial, para nosotros dos solos. Creo que es una de las mejores decisiones que hemos tomado, fue inolvidable.
Tras esto, fotitos con las damas de honor y padrinos y para el Ayuntamiento.
Yo tenía que llegar al Ayuntamiento cruzando Plaza Nueva, y quería que fuera más especial que eso. Así que preparé un cartel de madera que indicaba: Ya llega la novia, y lo llevaron dos primitas de mi marido delante mía.
Decir que durante toda la ceremonia estuve tan expectante del : Ya sois marido y mujer ¡que me puse a aplaudir y grite bieeeen, cuando el concejal lo dijo!…anécdotas varias, que le vamos a hacer.
Tras la ceremonia y la correspondiente lluvia de confetti. En el Ayuntamiento de Sevilla no está permitido el arroz, así que como yo tampoco lo quería, no me supuso ningún esfuerzo cambiarlo por confetti. Lo hicimos a mano, con papel de seda en tonos verde agua, blanco y rosa bebe. Lo bueno de este tipo de confetti es que tarda mucho en caer, y crea un efecto nieve precioso.
Nos fuimos directos a Las Setas, en la Plaza de La Encarnación. Teníamos claro que nuestra boda iba a ser diferente, y por tanto las fotos también. Nos hicimos todo el reportaje en este espectacular entorno urbano, y no puedo estar más contenta con el resultado.
Después ¡a La Raza! Dividimos el espacio en dos. Un entorno abierto y uno cerrado, oculto hasta empezar la barra libre. En el entorno abierto estuvimos durante la cena, ambientados por la excelente música de DJ PATO DELUXE. Pusimos complementos para el photocall, que hicimos nosotros con goma eva. Así como nuestras iniciales gigantes. Estas últimas la hicimos con corcho blanco y masilla, y la verdad es que quedaron geniales. También hicimos un marco estilo Polaroid con un cartón pluma. La gente se lo pasó bomba con los complementos.
También preparé unos regalos personalizados para los peques de la boda. Ya que había muy poquitos, me pude permitir hacer unas mochilas personalizadas, pintadas a mano con sus nombres, en verde agua. La de las niñas llevaba un tutú, corona, varita y chuches. Y la de los niños un pack de pirata y chucherías también.
Nuestro libro de firmas también fue bastante original. Nuestros invitados firmaron en piedras que nosotros mismos buscamos. ¡Y ahora tenemos un jarrón en casa con todas las piedras firmadas!
Tras la cena, llegó el baile y la ¡sorpresa! Nos preparamos con todos los amigos una coreografía para Party Rock, de LMFAO. ¡Con gafas y todo! Fue muy muy divertido, al igual que los ensayos.
Y llegó la hora dulce. Abrimos por fin la zona interior, que se comunicaba con la exterior. Allí teníamos nuestra maravillosa tarta de boda, carrito dulce y detallitos. Esa fue la mejor parte. Creamos un rincón del invitado, dónde podían encontrar todo lo necesario para pasar una boda molona. Desde bailarinas para las chicas, chapas graciosas, hasta sus detalles de boda. Las bailarinas las compramos en china, y las decoré yo una a una con la lazada negra, las até con cuerda y les hicimos dos etiquetas: Una indicando las instrucciones de uso, y otra con la talla (un color por talla).
Nuestros detalles para los invitados fueron de lo más geniales (qué voy a decir yo). Como me encanta la repostería y es conocido en la familia. Así que decidimos regalar un bote receta para hacer galletas amorosas. Todos los botes los rellenamos uno a uno, compramos la tela vichi, la recortamos y atamos. También usamos una etiqueta que indicaba por detrás como realizar las galletas y que ingredientes debían añadirles. ¡A todos les encantó!
Las chapas también triunfaron. Hicimos más de 70 modelos diferentes, pensando en casa uno de nuestros invitados.
La tarta también sorprendió a todos. No queríamos una tarta fondant, pero para mi era super importante que fuera espectacular. Así que elegimos una Naked Cake, de estilo rústico-vintage, con tonos rosas y rosas naturales. Tanto la tarta como los minicupcakes (de cuatro sabores diferentes) los realizaron Cupcakes & go.
El resto de la fiesta fue de lo más divertida. Todos bailamos a más no poder…¡y yo no aguanté nada con los tacones! Me los tuve que cambiar por unas bailarinas.
Aún así, en nuestro Highlights podéis ver más detalles aún…como las bolsas de tela que pinté a mano para guardar los pai-pais y las bolsitas de confetti.
Y tras esta maravillosa boda, nació ¡Que se besen! Un proyecto que llevábamos barajando más de un año, y que ahora llevamos a cabo con mucho mucho amor.
FOTOS: GERARDO MORILLO
VÍDEO: PRODUCCIONES OJEDA
¿Que os ha parecido esta boda? a mi personalmente ¡¡me encanta!! os recomiendo que veáis el video porque podréis ver muchos detalles que en imagenes no tenemos. En dos semanitas, una nueva boda DiY.
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