Si por algo destacaba esta pareja era por las ganas de casarse y lo felices que parecían. Desde las primeras reuniones siempre haciendo bromas y de muy buen humor. Vamos, una pareja inglesa feliz, contenta y con muchas ganas de disfrutar su amor.
Marga fue la wedding planner que pudo disfrutar de la organización de su boda y nos contaba día a día anécdotas graciosas que le iban ocurriendo.
En una de las primeras reuniones, como es habitual, hicieron una ruta por las fincas de Mallorca para elegir el lugar del enlace y banquete. Nuestra compañera Marga dedico todo el día a visitar las diferentes zonas de la isla hasta llegar al atardecer a Son Marroig. Y como era de esperar… se enamoraron de las vistas.
Solo había un pequeño problema, ellos querían casarse un miércoles y los miércoles la finca permanece cerrada. Mientras paseaban tranquilamente admirando el mediterráneo casualmente se encontraron con el propietario. Los novios al enterarse de que era el propietario acabaron pidiéndole por favor que les diera permiso; y con el buen rollo que desprendían allí arrodillados en el suelo y haciendo uso de su mejor castellano… fue aquí donde Marga saco sus mejores armas y consiguió que esta pareja tuviera su espectacular boda un miércoles del pasado mes de Julio.
Nos hubiera encantado presenciar la escena, Marga nos contó que fue un rato con muchas risas y muy gracioso. Y nos lo creemos porque una novia tan risueña como Claire no se ve todos los días.
La pareja y sus 150 invitados de la boda que venían de Inglaterra, se alojaron en el Hotel de Sa Pedrisa, no muy lejos de la finca (1,1km).
Y fue allí donde las bridesmaids y la novia hicieron los últimos preparativos como los tocados, el maquillaje por parte de Pedro de Fornalutx, los vestidos…
Fue su padre, ese señor tan sonriente, el encargado de acompañar a la novia al altar. Ella le puso en la solapa un prendido a juego con su ramo (peonias y paniculata) y con el de bridesmaids y la flowergirl que llevaba una corona de paniculata también.
Claire, una persona espontánea, risueña, con muchas ganas de disfrutar de su día, llevaba un vestido de pliegues por la parte del pecho y un espectacular escote en la espalda. Eligio unas sandalias preciosas en color rosa metalizado.
Richard, el novio, opto por un aspecto casual. Aunque llevaba traje de pantalón y chaleco, no se puso ni americana ni corbata. Un estilo muy acertado para Mallorca en Julio. no nos gusta ver a nuestros novios sudando entre los nervios y el calor de verano ; ) El prendido era a juego con los ramos y el de su suegro.
Antes de que llegaran los invitados preparamos una pequeña mesa con limonada para que pudrieran refrescarse (todos sabemos el calor que hace en Mallorca en esa época del año)
Claire quería que unos pompones formaran parte de la decoración aquel día. Así que nuestro compañero Fernando se subió a un árbol para colgar los pompones en el pasillo que iba al altar por donde pasaron la novia y su padre, las bridesmaids y la flowergirl. Para la ceremonia colocamos nuestros banquitos de chillo out blancos.
La ceremonia fue muy alegre y divertida como los novios. En un entorno idílico como es la finca de Son Marroig, con su cúpula, su estanque, las vistas al mar…
Como veis en las fotos los invitados eran jóvenes y guapos. La mayoría eran amigos que venían desde Inglaterra para celebrar ese día.
Para el pasillo post ceremonia preparamos unos conos con pétalos de rosas para que los invitados tirasen a los novios y como hacia mucho calor colocamos una bandeja con abanicos personalizados. Estos productos los podéis encontrar en rentbymoments.com que es una pagina que tenemos de alquiler de material; así como los banquitos blancos de la ceremonia y un montón de mobiliario y decoración.
Para la ceremonia y posterior coctel, contratamos a un trío de cuerda que amenizo suavemente la tarde hasta la cena. Y el catering fue por parte de The Cutting Edge, que prepararon unos entrantes para compartir (tapas haciendo un guiño a Mallorca) y un plato principal como referencia a Inglaterra. El porrón fue el protagonista de la cena, todos los invitados querían probar el vino dulce que trajo el catering. Además, montamos una cocina abierta con show coocking con una guirnalda de luces que quedó fantástica con la puesta de sol.
La decoración de la cena consistió en una mesa presidencial rectangular y las de los invitados fueron circulares. Nuestro secretillo: nos gustan mucho las mesas circulares porque así los invitados pueden mantener conversaciones entre todos sin que nadie se quede en una esquina de la mesa. Si fluye la conversación fluye la diversión ; )
Sillas blancas, manteles crema y una decoración floral de lo más exquisita a base de botellitas vintage con peonias, paniculata y rosas de jardín. Todo en tonos pastel y blancos.
En cada plato colocamos unas estrellitas con el nombre de cada invitado que iban a juego con el bajoplato dorado y los numero de mesa eran antiguas baldosas pintadas a mano que trajeron los novios desde Inglaterra. Una maleta que hizo de tableplan y un caballete a juego como libro de firmas. ¡Todo precioso!
Fue una cena divertidísima con discursos de las damas de honor, el novio, padrino… Bailaron hasta latas horas de la noche, una noche preciosa llena de estrellas.
Os dejamos con esta foto del cielo estrellado de Mallorca.
Solo nos que felicitar a violeta minnick photography porque a la vista esta su gran trabajo.