La boda de la única foto… porque a pesar de llevar fotógrafo profesional yo sólo he visto una foto de la boda. ¿Hay álbum? Imagino… pero nunca lo he visto. Lo que hay, como os digo es una única foto… La foto que durante toda una vida estuvo en la mesita de noche de mi abuela. Esa foto que de pequeña yo cogía (marco incluido) ante el temor de mi abuela de que mi patosidad apareciera en ese momento y acabara todo en el suelo. Esa foto que yo miraba y hacía preguntas: ¿abuela por qué ibas de negro? ¿abuela por qué llevabas un traje corto? ¿abuela por qué tenías esa cintura tan estrecha? ¿abuela por qué llevabas guantes?
Y es que yo no entendía a mi abuela en su versión de novia. No, las novias iban de blanco, llevaban vestidos largos con cola que yo imitaba con las sábanas de mi cama y llevaban un velo que las cubría… y que yo también me ponía con otra sábana… Y en cambio allí tenía a mi abuela vestida de novia totalmente diferente a lo que yo entendía como novia… Y, aunque a esa edad aún no lo entendiera, y probablemente ella no fuera consciente de ello, mi abuela era una moderna.
Por circunstancias de la vida, mi abuela fue una novia de color. Mi abuela se caso con un vestido muy años 50 por debajo de la rodilla, luciendo esas piernas que las tenía maravillosamente bonitas… y que yo heredé un poquito… Un canesú de encaje y una cintura muy marcada(ella que podía) unos pliegues bajo pecho y un lazo (i love lazos) hacían del vestido un vestido perfecto. ¿Las mangas? Tres cuartos.. que acababa de empezar la primavera.
Para caminar hacía mi abuelo ese día y disfrutar de su boda, eligió unos sencillos zapatos negros sin ningún tipo de adorno. Y como complementos una cadena de oro con una pequeña medalla (yo no sé vuestras abuelas pero la mía no se separó de su medalla nunca), unos guantes blancos y un tocado. Unos pendientes de perla y el pelo recogido complementaban su look de novia. Sencilla pero elegante. Muy de los años 50 y muy vintage. Su look podría ser utilizado por una novia en la actualidad. ¿Es un look atemporal o es que, como dicen, al final todo vuelve? Sea lo que sea, es un look maravilloso de novia, aunque yo de pequeña no lo entendiera ni lo pudiera imitar con las sábanas de mi cama.
El look de mi abuelo fue mucho más clásico, mucho más normal… Y es que en los chicos ya se sabe… Traje oscuro con americana cruzada. Corbata y pañuelo. Y ya está. Sencillo, sencillo.
Mi abuela era de un pueblin de Asturias, pueblin tan pueblin de esos a los que, ni ahora, llega la carretera y mi abuelo de un pueblo de Galicia (éste con carretera, y casoplones con piscina, todo hay que decirlo…) Se conocieron y vivieron en Gijón aunque para casarse eligieron el pueblo de Sevares, perteneciente a Piloña. ¿Por qué si ninguno de los dos era de allí? Comodidad para los invitados. Sevares estaba cerca del pueblo de procedencia de mi abuela por lo que sus invitados no tenían problema en llegar y disponía de apeadero de tren, por lo que los invitados procedentes de Gijón y Galicia no tendrían problema para llegar hasta el lugar escogido. Y es que, aunque en aquellos años no se llevaba lo de poner autobuses para los invitados si se llevaba estar pendientes de ello y darles comodidades (dentro de las posibilidades).
Hicieron boda de mañana, aunque ahora que lo escribo… por 1958 pocas bodas de tarde había… Así que aquel Sábado, 22 de Marzo de 1958, con la Primavera recién estrenada, mi señora abuela y mi señor abuelo se dieron el Sí, Quiero rodeados de sus familiares y amigos a las 12 del mediodía en la Iglesia Parroquial de Sevares.
La celebración tuvo lugar en el mismo pueblo, en el Restaurante La Pérgola, a pie de carretera. A día de hoy continúa abierto (aunque no es un restaurante de bodas) y a lo largo de mi vida he ido varias veces a tomarme algo allí. Y oye, vale que yo soy de darle mucho valor sentimental a las cosas, de darles mi punto, de hacerlas mías… pero os aseguro que tomarse un refresco en el mismo lugar donde tus abuelos celebraron hace años que se querían mola mucho….
La mañana del lunes 24 de Marzo, sobre las 11, mis abuelos tuvieron otra ceremonia. Esta vez la civil. ¿El lugar? El Ayuntamiento de Infiesto. Y yo aún sonrio al recordar la cara de mi abuela cuando, no hace muchos años (3 ó 4) sentada con mi marido (novio por aquel entonces) y conmigo en la terraza del bar de enfrente de dicho Ayuntamiento tomándose un Bitter Kas (el refresco de los abuelos por excelencia) sonrió y nos dijo: “en ese Ayuntamiento me casé yo”
Un año después, el siguiente mes de Marzo… nacía mi señora madre…Y 30 años después, otro mes de Marzo… nacía yo… pero esas son otras historias.