Yo me estoy acordando de mi luna de miel. ¿Por qué? Pues porque justo hace un año estaba tirada a la bartola en Punta Cana y mi única preocupación era decidir si me echaba la siesta en una tumbona de la piscina o bajo un cocotero en la playa. Decisión difícil donde las haya. Dejadme que os diga que es una responsabilidad muy grande porque realmente una siesta en la playa es mucho más placentera que una hamaca en la piscina con niños griando y tirándose en bomba, pero todos sabemos el riesgo tan grande que supone estar bajo un cocotero, que te puedes morir. Hay muchas posibilidades. Ahí lo dejo.
Y hablando de lo que pasaba hace un año, el 7 de septiembre también hizo un año de nuestra boda. Vamos, lo que viene siendo un aniversario de toda la vida. Y, ¿qué se hace en los aniversarios? ¿Qué hacéis vosotros para celebrar y recordar ese día?
Yo, es que soy nueva en esto de los aniversarios de boda: nunca había tenido uno antes. Sí, ya sé que digo obviedades, pero ¡es verdad!
Hace unos meses andaba yo algo preocupada porque no sabía cómo lo íbamos a celebrar. Es que yo soy muy dada a celebrar todo: la fecha en que nos casamos legalmente, la fecha en la que empezó nuestra relación y, ahora, la fecha en la que nos casamos rodeados de nuestra gente. Él no es tan dado como yo, pero como es taaaaan bueno y cuando la persona que quieres le da importancia a algo, automáticamente se vuelve importante para ti también, pues lo celebramos casi todo.
¿Y qué entiendo yo por celebrar? Pues hacer algo que sea especial para los dos, simplemente eso. Por ejemplo: ir a cenar a un sitio que nos guste mucho o que no hayamos estado nunca, o hacer algo que nos guste mucho pero que no hagamos a menudo.
Básicamente, eso es lo que hemos hecho este año cuando cumplimos un año de casados legalmente: ir a cenar a un restaurante griego en el que nunca habíamos estado (el amore lo había reservado sin decirme nada, ¡qué mono, madre!). Y cuando hicimos un año más de novios simplemente fuimos al cine. Parece un plan de mierda o muy de domingo por la tarde, pero la cuestión es que a nosotros nos gusta mucho ir al cine y como vivimos en Alemania no vamos mucho. Así que fue especial sin hacer nada especial.
Pero claro, cuando hablamos del aniversario de bodas, de ese día que tienes grabado en el anillo y que resuena en tu cabeza sin parar y cuando lo escuchas por ahí de casualidad levantas las orejillas cual cachorrito sorprendido, ahí la cosa cambia. Claro, porque fue uno de los días más especiales de tu vida, sobretodo cuando llevas pocos años casado, que lo tienes más reciente y aún recuerdas cada momento como si fuera ayer. Eso hay que hacerlo super super super super espcial.
¿Vosotros sois de hacer regalos materiales en los aniversarios? Es decir, regalar joyas, relojes, ropa, un coche (muahahaha)... Yo no. Bueno, si tu señora lleva mucho tiempo detrás de algo en concreto, pongamos un kindle, y llega el momento del aniversario, os lo podéis permitir y sabes que le hace mucha mucha ilusión; pues, oye, aprovecha y dale ese caprichito. La cuestión es hacer feliz al prójimo. Pero igualmente, yo soy más partidaria de regalar experiencias, o algo hecho manualmente y ya, la semana siguiente vamos los dos a comprar un kindle o lo que nos plazca. ¿Qué os parece mi punto de vista?
Por cierto, cariño, que si me quieres regalar un coche por nuestro próximo aniversario, yo dejo al lado mis ideales no materiales y sin problemas, ¿eh? No te vayas a cortar ahora por eso... Yo, tan feliz. Ya lo sabes. Gracias :)
Bueno, pues como iba diciendo, andaba yo sin saber ni cómo ni dónde íbamos a celebrar el 7 de septiembre, ya que teníamos un inconveniente muy grande: el dinerillo. Todos los que os habéis casado, ya lo sabéis; y los que no, spoiler alert: las bodas te dejan un poco peladillo. Así que nuestro presupuesto no era muy alto que digamos, y yo quería viajar y viajar. ¿Y qué pasó? Que me frustré un poco porque nuestro aniversario ya empezaba con mal pie. Así que se nos* ocurrió una idea para que hiciéramos lo que hiciéramos fuera especial.
*Se nos ocurrió a los dos a la vez, ninguno de los dos tuvo la idea y trató de convencer al otro. Que conste.
Entre los dos definimos el presupuesto que podíamos gastarnos: 10.000 euros. ¡Ja, ja, ja! Lo que fuera. Y uno de los dos se encargaba de organizarlo todo, absolutamente todo: él :) sin decirle nada al otro: yo :).
¿Y qué se consigue con esta técnica? Primero, siempre el que prepara una sorpresa para la persona que quiere tiene un grado de tensión e ilusión muy grande. A partes iguales. Se sufre mucho, sí, pero la satisfacción de hacer feliz a tu querido hace que merezca totalmente la pena el estrés. Además, se sufre mucho cuando preparas una sorpresa a alguien que no tiene ni idea, pero en este caso, la otra parte (o sea, yo) sí que sabe que estás preparando algo, así que casi no hace falta esconderse. Le dices: Cari, no te acerques a mi ordenador que estoy aniversando, y listo. Todos felices. Y, bueno, ni tengo que nombrar los beneficios que tiene esta técnica para la parte sorprendida. Aparte de que no tiene que preparar nada, ni preocuparse por nada, sabe que tal día le espera algo, pero no sabe el qué. ¡Es perfecto!
¿Qué es lo mejor de esta idea? ¡Que sirve para todos los bolsillos! El primer paso que tenéis que dar es definir el presupuesto que tenéis. Esto sí que hay que hacerlo entre los dos, para evitar sustos posteriores. Y ya después: fiesta.
Si es un año malo y solo podéis gastaros 20 euros ---> un picnic en su sitio favorito.
Si sois ricos a mansalva, no pongáis presupuesto ---> la vuelta al mundo en 80 días.
¿A que es ideal? Nosotros hemos decidido hacerlo cada año. En 2015 me toca preparar la sorpresa y ya tengo unas ganas increíbles. Solo tengo que esperar
Él me sorprendió con un viaje al que yo le tenía muchas ganas: ¡La costa azul! Bueno, aún seguimos teniendo pendiente un viaje un poquito más largo por esa ruta, porque esta vez solo teníamos dos días libres y vimos Marsella nada más. Pero igualmente me hizo muchísima ilusión.
Así que ya veis cómo hemos decidido celebrar nuestros aniversarios de boda. ¿Cómo lo soléis celebrar vosotros? ¿Os hacéis regalos? ¿O simplemente os felicitáis y ya?