"Miguel me lo pidió en un viaje que me regaló a Japón. Después de 6 años que hemos pasado entre Canarias, Portugal y Huelva, viviendo juntos, estando unos años a distancia... ¡ya iba siendo hora!!!", nos cuenta Nerea.
El vestido de novia era de Something Old, un maravilloso vestido vintage con encaje de los años 20. El vestidazo lo complementó con un velo de L´Arc y una corona de Le Touquet. Los zapatos se los hicieron a medida en Resán en tono turquesa y oro viejo. Y el ramo de Botanica 24, con toques malvas y menta y muy silvestre. Además, lució unos pendientes de su abuela de perla con brillantes art decó y el anillo de pedida de Aristocrazy. Del peinado y maquillaje se encargó Sarah Miller.
No faltó el divertido photocall en el baile donde los invitados se hacían fotos polaroid. Las invitaciones, meseros con fotos de cada año de los 2 y los regalos, los hizo la propia Nerea. ¡Vaya artista!
Para las fotos confiaron en Leafhopper Weddings, "quería fotos naturales y nada de posados, y ellos son cercanos y muy profesionales", nos explica la novia.
Nerea nos cuenta: "El vestido fue lo más fácil, la primera vez que fui a mirar vestidos acompañando a mi madre a por el suyo, me probé tres y fue uno de ellos el elegido. El día de la boda estuve muy tranquila hasta que en la puerta me estaba esperando un taxi inglés sorpresa de mis padres. Me encanta todo lo británico desde que estuve viviendo una temporada en Londres y ese toque no podía faltar. Entramos en el banquete con la cancion de Rapahel de "Hoy va a ser mi gran noche" y así fue, yo lo pasé genial y la gente lo dio todo, discursos, muchas risas y lágrimas de alegría. El ramo lo repartí entre mis dos abuelas y mi hermana. Abrimos el baile con "What a Wonderful World" de Louis Armstrong y lo cerramos con una canción importante para nosotros de Ariel Rot y Mclan "Me estas atrapando otra vez", para nosotros fue un momentazo. ¡Fue como un sueño!"
¡Mucho amor y felicidad para Nerea y Miguel!