Después de darle muchas vueltas, decidieron casarse en Donosti, de donde es Diego. Escogieron una Iglesia y con ella viene una de las anécdotas de la boda ya que el cura perdió la reserva y le dio la fecha a otra pareja, (OMG!) Finalmente se casaron en Gurutzeaga Parrokia, en Aiete, pero quedaron contentos con una ceremonia muy entrañable y muy divertida, además se había casado allí la hermana de Diego hacía ocho años así que les traía a todos muy buenos recuerdos.
Paula comenta: "A mí me gustó en cuanto entré porque era muy sencilla, algo súper importante para mí. Además, tiene un órgano barroco que es una auténtica joya. Para la iglesia contratamos a algunos miembros del Orfeón Donostiarra: un organista, una solista y un cuarteto que nos pusieron a todos los pelos de punta con sus interpretaciones del Canon in D, el Aleluya, el Ave María y el Maitía nun Zira, entre otras. La salida de la iglesia la amenizamos con un aurresku de Urki Dantza Taldea y la entrada al restaurante con unos Gaiteiros de la Casa de Galicia en Donosti. Elegir el restaurante fue fácil: queríamos algo en la ciudad para que todos los que venían de Galicia, Cataluña, Madrid, Londres y Andalucía pudiesen disfrutar de Donosti, que nos garantizase un menú de lujo y un ambiente familiar, así que optamos por el Mirador de Ulía."Sobre su look, Paula nos cuenta: "Luego comenzó la búsqueda de vestidos, que no me costó demasiado. Dudaba entre varios modelos de Jesús Peiró pero finalmente opté por un modelo de la colección Costuras 2014 de tul de seda con cinturón fino de pedrería y un sobrecuerpo de un encaje de línea romántica y dulce que me recordaba a mi vestido de la comunión. Lo compré en el pueblo donde veraneamos desde hace años, Boiro, en una de las pocas tiendas de toda España que tiene diseños de Vera Wang y que regenta la mejor anfitriona del mundo: Loli, una mujer única que salta, ríe a carcajada limpia, te abraza, te abraza mucho, te pone los pies en la tierra y hace que te lo pases bien hasta cuando te están poniendo los alfileres para marcar y tu madre te repite por enésima vez que camines despacio y derecha. Lo que me costó, horrores, fue los zapatos. Finalmente apareció mi madre en auxilio con un regalazo: unos Jimmi Choo modelo Kiera de glitter plata y piel champan de quitar el hipo que pienso exhibir en todas las ferias, fiestas y reuniones que tenga a partir de ahora, jejej."
Paula se vistió y maquilló en el Hotel Londres, con unas vistas increíbles a la playa de La Concha. Para la peluquería y maquillaje optó por dos clásicos donostiarras: la peluquería Zineli, donde le hicieron un elegante recogido bajo, y Miren, que ha maquillado a personalidades como Yoko Ono y diversas actrices en el Zinemaldia.
Como complementos llevó el anillo de pedida y unos pendientes de diamantes de su abuela. Solo le faltaba algo prestado, y su cuñada le dejó el pasador estilo vintage de Lorenzo Caprile que llevó ella el día de su boda para sujetar el velo. El ramo era de rosas blancas con paniculata.
Para el Día B, Diego eligió chaqué y cabe mencionar a su madre, la madrina, que estaba espectacular con un vestido verde botella de Cortana y unas sandalias de Magrit Couture hechas a medida. Las niñas también estaban para comérselas vestidas por La Oca Loca.
También quiero resaltar el look de la madre de la novia, un diseño de Isabel Sanchís en azul Klein con un atrevido tocado a juego y zapatos de Dura & Dura; y a su hermano, el padrino, con un chaqué con un original chaleco estilo escocés.
En la recepción, que se hizo en el jardín del Mirador de Ulía con unas vistas increíbles de Donosti, sirvieron una selección de entrantes hecha por el propio Rubén Trincado. La pareja de recién casados entró al comedor con la canción Marry You de Bruno Mars. Y sobre el menú no hace falta comentar nada.
"Queríamos tener un detalle con los invitados así que compramos rosas blancas para todas las chicas y detalles especiales para las embarazadas. A las 12 de la noche, que ya era mi cumpleaños, mi familia me sorprendió con un cumpleaños feliz y un ramo de 30 rosas blancas, una por cada año", nos cuenta la novia emocionada ;) "Abrimos el baile con Something Stupid de Nicole Kidman y Robbie Wiliams, habíamos ensayado pero Diego se bloqueó, se quedó como una estatua y prácticamente no nos movimos de nuestra posición inicial? Todo un espectáculo para los invitados, que rodaban por el suelo. Menos mal que los padrinos salieron en nuestro auxilio."
Paula y Diego querían una boda un tanto minimal que empezó con las invitaciones de boda. Un diseño original de La Caja de Tipos muy sencillo que era la metáfora perfecta del matrimonio: dos partes diferentes que se unen y hacen una.
Para las fotos confiaron en sus amigos Lucía y Rafa, de Zebra Audiovisual. "Independientemente de que Lucía fue mi compañera de piso, es una de las mejores personas que conozco y que gracias a ella nos conocimos Diego y yo, hacen unas fotos increíbles: naturales, entrañables, divertidas y diferentes, así que fueron una apuesta segura tanto para la boda como para la preboda". Podéis ver el reportaje de preboda aquí.
Ya saben los novios que les deseo mucho amor, felicidad y risas ;)