La fiesta tuvo lugar en la Finca de La Muñoza, de la Fundación Carmen Pardo Valcárcel, que está en la entrada de los Montes de El Pardo y tiene unos jardines y unas estancias maravillosas. Me gustaría resaltar algo que me gusta mucho y es que al contratar el alquiler de las instalaciones y el catering de la Quinta de La Muñoza, se participa en la contratación indirecta de personas con discapacidad intelectual.
Mónica estaba radiante con un vestidazo de Navascués en mikado de seda y gasa, con el cuerpo drapeado. La mantilla, la llevaba a modo de velo y es una mantilla de encaje de chantillí, con la que se han casado todas las mujeres de su familia. ¡Maravillosa!
El ramo era de rosas blancas, frezias y lilium azules, también de la Fundación y es que la decoración floral, la fabricación de muebles o la impresión de las invitaciones, son otras de las muchas labores que realizan trabajadores con discapacidad intelectual de la Fundación Carmen Pardo Valcarcel.
"Las flores fueron una parte muy importante de la boda porque me encantan. Decoramos todo el salón con rosas y frezias blancas y plantas de bog verde, de tal modo que pareciese un jardín. Quedó impresionante. El ramo se lo di a mi hermana Marta y fue uno de los momentos más bonitos de la boda. Después, bailamos y bailamos hasta que no pudimos más...", nos cuenta Mónica.
¡Mucho amor y felicidad para esta pareja!