Seis meses ya han pasado desde que Naira y Vicent se dieron el Sí Quiero en la Iglesia de Aielo de Rugat y a mi me parece que fue ayer cuando estaba con estos novios guapos ultimando detalles, buscando ideas para su ramo, enseñándome a escondidas el vestido maravilloso que llevaba Naira, pensando si haría mucho calor bajo la carpa en la que celebramos el fiestón.... Ainsssss cuántas conversaciones por whatssapp, cuantos correos de si esto sí o lo otro no y ya han pasado seis meses.
Vicent eligió un chaqué clásico y lo complementó con una chistera; no podía ir más ideal, y Naira llevaba un vestido de escándalo, de esos de "me lo pido para cuando me case", hecho a medida para ella, con un velo largísimo rematado con encaje y es que me encantan las novias veladas; ambos parecían salidos del mismísimo Downton Abbey.
Se casaron en la iglesia de su pueblo natal, Aielo de Rugat, recuerdo la primera vez que tuve que ir al pueblo que ni con navegador me aclaraba y llegué más de una hora tarde, después de perderme por un campo de naranjales. Y es que me encanta que los novios sean fieles a las tradiciones y como mandan los cánones se casen en la iglesia de su pueblo por perdida y recóndita, por pequeña y humilde que sea la iglesia.
Para la comida y posterior fiesta eligieron el Molí del Canyisset, antiguo molino de arroz restaurado con unos jardines espectaculares y rodeado de olivos y naranjos.
Hortensias, peonias y un aire vintage en las mesas decoradas con jaulas y libros antiguos dieron el toque romántico que buscábamos sin perder la esencia campestre por estar rodeados de naranjos.
Muchas gracias Naira y Vicent por haberme dejado formar parte de este día tan maravilloso! Os deseo kilómetros de amor y toneladas de felicidad!
Besitos con Love