Ganas de verano y parece que el invierno está asomándose.... esas son mis ganas ahora mismo; y al recordar las bodas de este verano, los atardeceres dorados, la arena de la playa, la espuma del mar... recuerdo a Tamara y Carlos, divertidos a más no poder, risueños, predispuestos a todas las ideas que iban surgiendo, amantes del mar y sobre todo AMANTES; porque desde el momento en el que los conocí me di cuenta de cuánto puede estar compenetrada una pareja y lo mucho que puede admirarse el uno al otro sin perder cada uno su esencia particular.
Era una tarde de verano, Tamara y Carlos se cogieron de la mano y jamás se volvieron a soltar.... y todo eso captado por el gran Joan Gavilà. Compañero de bodas y batallas un placer volver a coincidir contigo.