Todo empezó cuando en el verano de 2014, Juan Pablo decidió hacer por primera vez el camino de Santiago en solitario. "Su padre lleva 15 años haciéndolo, por lo que para él era algo muy importante y me pidió que estuviese en la Plaza del Obradoiro (Santiago de Compostela) para recibirle a su llegada. El 17 de agosto hizo su entrada en la plaza junto a una comitiva de 20 peregrinos aproximadamente que había ido conociendo a lo largo del Camino. La sorpresa llegó cuando se puso de rodillas en medio de la plaza y me pidió matrimonio. Aunque soy muy romántica, creo que esto no estaba ni en mis mejores sueños. ¡¡Fue una pedida en toda regla!!", nos cuenta Patri.
La novia, que la conozco en persona, tiene una belleza espectacular, además de lo alegre que es y el salero que tiene. Y el día de su boda estaba radiante con un vestido de corte muy sencillo drapeado en gasa y con espalda y brazos de encaje de chantilly de Pronovias Costura. El velo era de seda natural, también de Pronovias que sujetó con una peina de plata antigua, similar a un broche que le incorporó al vestido. Además, escogió unos clásicos zapatos de salón blanco-nácar de Emilio Badiola (Madrid). Como joyas, lució el anillo de pedida y unos pendientes de brillantes regalo de su madre, de Joyería Guerreo, amigos de la familia.
Para el baile, la novia se soltó el pelo y se puso una flor blanca. Para el maquillaje confió en Alba Zarzuela, quien ha trabajado para importantes sesiones fotográficas para la revista Hola, series de televisión, programas y anuncios.
Por su parte, Juan Pablo llevó un chaqué a medida de corte italiano de Man 1924 en color azul marino. Optó por un chaqué monocromático con el chaleco también a juego. Los tirantes también eran en azul marino mientras que la corbata era en color verde. Los gemelos, de oro blanco y piedra azul, pertenecieron a un amigo íntimo de la familia.
Cabe resaltar los looks tanto de la madre de la novia, con un vestido de Roberto Torreta en color visón con pico en la espalda y de cortes asimétricos; la madrina con un diseño exclusivo de Beatriz Álvaro en tonos verde agua con un precioso bordado de flores y una elegante mantilla negra a la que añadió un tocado de flores de Olivia y Cloe; la hermana del novio con un vestido de mantón de manila de Juan Duyos acompañado de un tocado de Olivia y Cloe; y el espectacular vestido de la hermana de la novia, con un diseño exclusivo de la joven diseñadora María Luna en color rosa fucsia y mangas con fantasía en dorado, verdes, morados y rosa, que complementó con una pamela de Rita Von.
Patri nos explica: "La entrada a la iglesia tuvimos que hacerla acompañada de un paraguas aunque, dado que los días de lluvia son mis preferidos, creo que le dio un toque de romanticismo. También nos preocupamos de poner paraguas para los invitados. El tío del novio fue el encargado de oficiar la misa en una pequeña capilla, fue una boda muy acogedora e íntima acompañada por las notas de un violín y un piano, y un Ave María al final. Hicimos misales para los invitados en cuya portada iba un dibujo de la iglesia, obra de mi padre. Además, pusimos abanicos de colores en cada uno de los asientos de la iglesia para que los invitados no pasasen calor. A la salida de la iglesia nos sorprendieron con una jota segoviana a ritmo de tambor y dulzaina compuesta por el abuelo del novio".
En el cóctel tuvieron una barra de Hendricks con cócteles, regalo de la hermana del novio. Además, un músico de jazz cubano amenizó la velada con versiones de grandes temas en directo. De la comida se encargó Esca Catering de Málaga y el vino fue de la tierra del novio, "Pago de Carraovejas", de Segovia, con botellas personalizadas con los nombres de los novios y la fecha del enlace.
Para la cena montaron un puesto de fritura andaluza en cucuruchos (con pescadito variado: boquerones, puntillitas, calamares...) y un puesto de pinchos morunos. Como os podéis imaginar, los invitados estaban encantados.
Junto a cada cubierto pusieron un detalle de la campaña "Recuerda" en beneficio de la lucha contra el Alzheimer de la "Fundación Reina Sofía".
Las invitaciones de boda, realizadas por Easy Wedding, llevaban un dibujo hecho por el padre de Patri del lugar donde se casaban, un recuerdo muy personal. El seating tenía como temática los indicadores ("mojones") del Camino de Santiago y cada mesa llevaba el nombre de uno de los pueblos. Como no podía ser de otro modo, la mesa de los novios era Santiago de Compostela.
De toda la decoración floral se encargó el equipo de "Los Planteles", utilizando flores naturales y silvestres, tanto en el ramo de la novia como en la decoración de las mesas y espacios.
La decoración fue 100% DIY, con la colaboración de una amiga de la familia, Paloma Alcoba. "Llenamos todo un árbol de mariposas de colores, montamos un sillón para el descanso, un gran cartel daba la bienvenida a los invitados, carteles indicadores con frases divertidas, etc. Además, para no caer en el típico vídeo, llenamos unos olivos que había en el patio donde tuvo lugar el baile de fotos de todos y cada uno de los invitados que asistieron, ya que si estaban en el día más importante de nuestra vida, era porque han formado parte de ella", nos explica la novia.
Dada la proximidad de Algeciras con Marruecos, quisieron añadir un toque de exotismo y por ello, en la zona de baile incluyeron un rincón "moruno" con decoración y pasteles típicos de esa zona. Las mujeres pudieron disfrutar del baile gracias a unas babuchas morunas de piel auténtica traídas especialmente desde Tánger.
El lugar estrella fue sin duda el photocall que hizo el padre de la novia como una mini caseta de feria. "Fue uno de los rincones más divertidos de la fiesta en la que todos los invitados se quisieron retratar. Además, montamos un Candy Bar con gominolas, pastelitos, macarons, mini muffins, etc., que personalizamos con fotos nuestras de pequeños" nos detalla Patri.
Como no podía ser de otra forma tratándose de una boda en el sur, un grupo flamenco, regalo de la hermana de la novia, hizo que la pista siempre estuviese llena. "Los Joseles" alternados con un DJ, hicieron que la fiesta durase hasta las 5:00 de la mañana desde las 12:30h, que empezó. ¡Un fiestón en toda regla!
Para las fotos confiaron en Mariscal Ariza (y la colaboración de Miguel Hernández). No os perdáis el vídeo del final porque es una auténtica pasada.
"Yo soy periodista y me dedico a la Comunicación. He organizado muchos eventos a lo largo de mi vida profesional, pero sin duda alguna, este ha sido el evento con el que más he disfrutado, ¡un evento hecho a nuestra medida! Queríamos que fuese una boda cargada de detalles y diversión en cada rincón y creo que lo conseguimos. Somos una pareja muy alegre, Juan Pablo es de Segovia y yo de Algeciras (Cádiz), una mezcla castellana-andaluza que quisimos reflejar".
¡Vivan los novios!