Para el día B, Rosa eligió un vestido de Jorge Vázquez, un vestido de corte a la cintura, de escote cuadrado y pico en la espalda, muy clásico y elegante. Me ha sorprendido que Rosa entró a la Iglesia con velo que le caía por delante (hacía mucho que no veía una novia así). Complementó su vestido con unos impresionantes zapatos Jimmy Choo. Para el maquillaje y la peluquería confió en Javier Montenegro y Fernando, respectivamente. Rosa llevó un bouquet muy colorido de María Salazar quien también se encargó de la decoración floral de la boda.
Por su parte, Javier lució chaqué con chaleco con calaveras de Scalpers.
La novia llegó a la Iglesia Monasterio de Nuestra señora de la Soterraña en Santa María la Real de Nieva en un precioso Rolls Royce Silver Cloud y entró hasta al altar flaqueada por unos pajes ideales.
Al salir de la Iglesia, los novios se marcaron un baile delate de todos los invitados al ritmo de una dulzaina. Un momento muy emocionante.
Para la celebración eligieron la finca Casa Esquileo de Cabanillas del Monte con catering de El Mentidero de la Villa.
Para las fotos eligieron a Alma Fotografía.
¡Viva los novios!