Para nosotras, es importante buscar, al menos con un año de margen, los siguientes proveedores:
*Finca: Las fincas se ocupan enseguida. Tienes que tener muy en cuenta la temporada alta y luego el aforo de tu boda. La temporada alta de bodas empieza en abril y puede terminar tranquilamente en octubre. Recordarte entonces que la mayoría de bodas se reservan en sábado y por la tarde, lo que reduce las opciones a pocos fines de semana (a menos que te puedas plantear un viernes e, incluso, un domingo). Asimismo, hay fincas que no aceptan bodas sin un mínimo de comensales, que en muchos casos ronda los 150 invitados. Así que ten en cuenta todo ello cuando empieces la búsqueda. Otra cosa será si no tienes nada en mente y puedes adaptarte a los huecos que queden libres.
*Iglesia: Lo mismo. Hay muchas iglesias con lista de espera y con elevada demanda. Así que si decides que quieres una ceremonia religiosa, busca con tiempo, habla con el sacerdota y fija la fecha. A partir de ahí también puedes buscar la finca.
*Fotógrafo: Otro de los proveedores estrella. Busca antes por Internet y enamórate de su estilo de fotografía, pero como des con uno que te robe el corazón, cuidado, los buenos están muy demandados, por lo que también te recomendaremos que lo busques y contrates cuanto antes.
*Vestido: Sin prisa pero sin calma. Si te apetece mirar bien y no equivocarte, es otra de las partidas en las que recomendamos contar con todo el tiempo posible. Sobre todo si tienes intención de bajar peso en el proceso o de si quieres que te lo diseñen desde el principio. Habrá que hacer muchas pruebas, así que es mejor hacerlo con el máximo tiempo de margen posible.
Para todo lo demás vas a tener tiempo, sobre todo si decides contar con la ayuda de un Wedding Planner que, además de ayudarte con la búsqueda e ir al grano, te marcará los tiempos para que tú puedas despreocuparte de todo.
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