Hoy en día es raro organizar bodas con muchos invitados y de hecho, lo que estamos viendo entre nuestros novios, es una inclinación a recortar el número de asistentes, a rodearse de pocos, pero imprescindibles, para disfrutar de una boda íntima y más personal.
Si bien, esto tiene sus pros y sus contras y los vamos a ir desgranando poco a poco en este post.
En primer lugar, la ceremonia. Ya sea en una pequeña capilla o bien por lo civil, la intervención de las personas más cercanas marcará la diferencia y harán que sea inolvidable. Si la ceremonia es religiosa, será más sencillo encontrar una pequeña iglesia o capilla libre de los inconvenientes de las grandes y más solicitadas y, si optamos por lo civil, el abanico de opciones se abre considerablemente pudiendo realizarla en el mismo sitio en el que se celebre el banquete, o elegir un enclave significativo para los novios.
Existen lugares llenos de encanto ideales para celebrar tu boda íntima.
En cuanto a la localización, podemos encontrarnos con que nos resulta más sencillo de encontrar, si lo que queremos es un restaurante íntimo y coqueto o un espacio original de los muchos que hay como casas rurales, galerías de arte, monumentos recuperados, una playa…o bien ser un problema ya que en ciertas fincas y espacios requieren de unos mínimos por debajo de los cuales suelen penalizar a los novios, por lo que hay que andar con pies de plomo y conocer bien la oferta y espacios que no trabajan bajo esa política.
El espacio además debe ser escogido y decorado acorde con las dimensiones de la boda para evitar la sensación de vacío o de que nuestros invitados se pierden en el espacio escogido. Los detalles y la personalidad de los novios son la clave para llenar de magia el evento y que resulte inolvidable
El presupuesto destinado al banquete siempre será menor, claro está, por lo que podemos destinar parte de ese presupuesto en aspectos como un menú más elaborado o la personalización y decoración del espacio por ejemplo.
Hay ciertos aspectos sin embargo en los que difícilmente notaremos el ahorro con el menor número de invitados como, por ejemplo, en fotografía o vestimenta pero, sin embargo, nuestro presupuesto podrá estar mejor distribuido y será más controlable el gasto total.
El día de la boda te sentirás menos sobrepasada y pudiendo disfrutar del tiempo con las personas con las que realmente has querido compartir el evento, sin compromisos ni ataduras que te lleven de saludo en saludo y de foto en foto.
Las bodas pequeñas tienen como punto a favor que pueden ser más informales, naturales y espontáneas al ser compartidas exclusivamente con las personas más cercanas, amigos y familiares…¡fuera etiqueta!
Y recuerda, la manera más fácil de disfrutar de tu boda, ya sea pequeña o grande es contar con Hapmaker Weddings ¡para vivir una experiencia emocionante!.
Fotos vía Green Wedding Shoes, Proyect Wedding, Style me Pretty, MODwedding, Love my Dress, Intimate Wedding y Pinterest.