¿Ventajas?
Si eres de ese tipo de personas que se mueren de la vergüenza ante la idea de tener 500 pares de ojos observándote durante horas pero no quieres renunciar a una boda bonita.
Si tu presupuesto es limitado pero, como hemos mencionado antes, no quieres renunciar a una boda y, sobre todo, unas fotos de infarto.
Si te apetece casarte en las antípodas y no quieres que tus invitados deban correr con ese gasto.
Si quieres contentar a tu madre con unas fotos de novios sin necesidad de montar el sarao de tu vida.
O, en definitiva, si lo que quieres es hacer algo distinto, fuera de las tradiciones o corsés, y sorprender a todo el mundo con una boda original y con un estilo muy personal.
Renuncia a los invitados, pero no renuncies a…
Un buen fotógrafo. Si lo haces como en muchos de los ejemplos con los que nos hemos encontrado en blogs internacionales, no puedes olvidarte de un buen reportaje fotográfico que mantendrá ese recuerdo en imágenes para siempre.
Puedes contar también con un Wedding Planner que te ayude a encontrar una buena localización y realice una bonita decoración.
Un maestro de ceremonias que convierta el acto del matrimonio en algo único, personal y muy emotivo.
Imágenes de Benj Haisch
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