Bueno pues parece ser que nuestros propósitos se siguen cumpliendo y una semana mas os traemos una de nuestras bodas de este año.
Hoy os traemos unas de esas bodas que yo tengo que reconocer que me encantan, me rechiflan y me vuelven realmente loca, aunque si que es cierto que son de las bodas que mas trabajamos y con mas picores terminamos….jajajajajaja
Cuando una novia me llama y me menciona la palabra “heno” tengo que confesar que me empieza a picar todo, es algo premonitorio a lo que vamos a sufrir en esa boda, porque no es solamente cargar y descargar de un camión un mínimo de 40 pacas de heno, si no la correspondiente alergia, es decir picores, picores y mas picores, si no también el rastro que dejamos allí por donde pasamos, que luego tiene que ser completamente eliminado para terminar con ese temido vuelve a cargarlas otra vez en el camión para volver a descargarlas otra vez en el almacén, vamos un no parar….pero si que hay que reconocer que son de las bodas que mas lucen.
Maria llego a nosotras, de la mano de otra de nuestras novias, es decir conocía nuestro trabajo porque ya habíamos hecho la boda de una conocida suya, y el caso es que como con casi todas mis niñas conectamos casi de inmediato.
Ella tenia claro no, clarísimo lo que quería, pero también tenia claro que nos iba a dejar hacer, quería una ceremonia con pacas de heno, tenia claro que quería un seating plan acorde con el espacio con plantas, una barra de limonada de fresa y limón, etc…, pero como digo que ella lo tenga claro nos ayuda bastante aunque también hay que decir que al final se dejo manejar….jejejejejejeje.
Y cuando digo manejar ella sabe que me refiero a las margaritas que tantas veces me dijo no y al final fueron un SI…., y eso es lo que realmente a nosotras nos hace sentirnos orgullosas si cabe cada vez mas de nuestro trabajo, porque aunque sea “contrario a sus deseos”…jajajajajaja, nos escuchan y saben que todos y cada uno de los consejos que las damos, sin duda son las mejores opciones para su boda, y que me diga si es mentira al final de este post….jajajajajajaja.
Bueno pues empiezo a contaros un poquito, la boda de Maria y Alberto, se celebro en una finca en Guadalajara la finca Campo en En medio, y que mas acorde con el ambiente que un rincón de bienvenida que preparamos con pacas de heno, lecheras en tonos pastel, etc…
10 horas de montaje fueron necesarias para esta boda, 10 si….10 horitas, y es que estos montajes no son nada, faciles sobre todo contando con que nosotras llevamos todo el material propio y hacemos montajes a lo “bestia” como digo yo siempre, no con una mesa que se coja del espacio y 3 flores, si no montajes propios y con fundamento, y eso quieras que no lleva tiempo y dedicación.
El rincón de bienvenida daba paso al córner de limonada de limón y de fresa, realizada entera con cajas de fruta y mucho pero que mucho atrezzo que dejo un córner de limonada precioso.
La decoración de la boda, continuaba con una preciosa ceremonia civil como decía con pacas de heno que tenían como inmejorable fondo caballos en libertad. Pacas de heno cubiertas con encaje combinado con tela de arpillera, fue lo que finalmente colocamos en la ceremonia civil de Maria.
Para el pasillo nupcial, cajas de fruta con tazas de te decoradas con margaritas sobre blondas de papel, un Backdrop con cadenetas de claveles blancos fue el detalle perfecto que puso la guinda a la ceremonia.
Hortensias, en los laterales de la mesa del oficiante y la presencia en la ceremonia de un sitio especial para colocar unas fotografías del hermano de Maria que no pudo asistir fueron los últimos detalles.
Ultimamente todas nuestras novias tienen algo en común y es el gusto por los rincones con fotografías de bodas de sus padres y abuelos y de personas queridas que no pueden estar en la boda. Estos rincones tan emotivos hacen saltar las lagrimas de muchos de los invitados a la boda y es que son realmente íntimos.
Y como digo siempre, que es una boda sin uno de nuestros Photobooth???….Este año hemos querido aunque reconozco que nos ha costado, porque nos siguen pidiendo una y otra vez, nuestros sillones vintage, intentar variar en los Photobooth con muebles, e introducirles diferentes escenarios detrás de los muebles. Y la verdad que ha sido todo un éxito, porque hemos preparado algunos muy pero que muy chulos, en esta ocasión el césped y los claveles fueron los protagonistas absolutos.
Bueno pues esta fue la boda de Maria y Alberto, una boda que a nosotras nos parece una verdadera maravilla y que esperamos que a vosotras os guste tanto como a nosotras.
Fotografía decoración: Santiago Bargueño Fotografo
Fotografía novios: Francisco Monge
Espacio: Finca Campo Enmedio
Vestido y zapatos novia: Yolan Cris
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