Aunque a la hora de poner la fecha a nuestra boda siempre pensamos en los meses de mayo a septiembre, sin duda la estación más perjudicada a lo que bodas se refiere es el invierno.
Quizás el frío, la falta de luz, los días son más cortos, el mal tiempo etc.. en un principio nos desanime, pero una boda en invierno tiene sus ventajas.
Encontrarás más facilidades para elegir el restaurante, e incluso algún descuento que otro.
Mejores precios para el viaje de novios, y si os encanta esquiar, sin duda podréis disfrutar de las mejores estaciones de Sky del mundo.
La boda suele ser por la mañana para aprovechar la luz natural y que hace menos frio, por lo que si no te apetece que se prolongue demasiado de esta forma lo tienes más fácil y ahorrarás un dinerillo en barra libre.
Mayor facilidad para encontrar fecha en la Iglesia o Juzgado
Una decoración especial y diferente al resto de bodas, al igual que en el otoño, también podéis tematizar las invitaciones, regalitos etc..
Las novias pueden lucir unos complementos muy especiales, como son las estolas, abrigos o boleros y botines.
Tus invitados tendrán más disponibilidad a la hora de asistir al enlace.
La mayoría de los fotógrafos tienen un volumen de trabajo inferior en los meses de diciembre a febrero,por lo que te evitará las largas listas de espera, y puede conseguir algún descuento.
A la hora de hacer las fotos post-boda la nieve les da un toque muy especial.
¿Te animas a dar el Si, Quiero en invierno?