Santiago de Compostela nos recibía el sábado lloviendo, con su cielo gris y ese romanticismo que impregna sus calles. Santiago es más Santiago con días lluviosos de esos que te trasladan a 13 Campanadas y te hacen desear que Luis Tosar camine cerca de ti por el casco antiguo.
Sin perdernos ni terminar con ele coche en zonas peatonales como en las visitas anteriores a esta ciudad, llegamos a A Quinta Da Agua un Hotel&Spa perteneciente a Relais&Chateaux que te enamora desde el primer momento. Un auténtico oasis de paz y tranquilidad cerca del casco urbano. Un lujo de sitio, de esos que sabes que algún día visitarás con calma desde el momento en el que te bajas del coche y escuchas el agua del río. Habíamos llegado a Locas Musas.
Entramos y primer descubrimiento y flechazo. EMEBE, complementos de esos que te gustan todos. Collares, pulseras, anillos… y tocados. Estos últimos fueron los que me llamaron más la atención (ya sabéis que no soy yo mucho de joyas) y es que menos de cinco minutos en Locas Musas y yo ya había visto el tocado ideal para dos de las tres bodas del próximo año. Elegante pero informal, juvenil, divertido y no muy grande. Reúne todas las características que buscaba y además es totalmente personalizable en colores. Lo tengo claro, en cuando decida el color de los complementos del vestido me haré con él. ¿Cuál es ese tocado? Sólo pude verlo en foto ya que lo habían llevado al evento físicamente pero es tan reguapo que ya se lo había llevado una invitada a una boda.
Isabel Nuñez y sus vestidos me hicieron volver a enamorarme aunque penséis que tengo el enamoramiento fácil pero a mí me ponen delante un vestido de novia con un lazo y me muero de amor. El vestido de la izquierda es mi favorito. Esa falda, esa falda es ideal para una boda de invierno. Una falda con cuerpo y de auténtica alfombra roja. El de la derecha tiene ese toque vintage que lo hace romántico y dulce, un vestido para novias delicadas y sorprender con el escote en la espalda del vestido. El lazo rosa empolvado es perfecto. No me pude ir de allí sin dar dos o tres vueltas a los maniquís. Preciosos.
Toda la decoración del espacio corría a cargo de El Sofá Amarillo y ya sabéis que decir el Sofá Amarillo es alucinar de las boniteces y guapuras que crea. Hace unos días le decía a unos amigos que no hay cosa más guapa que un “felechu” (helecho) y mi marido decía que no así que mi sonrisa fue aún más grande cuando vi que mis adorados “felechos” formaban parte de la decoración de una maravillosa mesa…
…qué digo maravillosa, una mesa de boda de cuento. De cuento de Disney, espectacular. Una manteleria llena de color y elegancia, una decoración otoñal con unos centros altos espectaculares y una vajilla blanca. Y las sillas, esas grandes protagonistas. Os enseño sólo media mesa mientras vuelvo a enamorarme de la manteleria.
No hay mesa de limonada en la Red que no me recuerde al Sofá Amarillo. Éstas son ya parte de su identidad por lo que no podían no estar. Y qué rico el olor que desprendía!
En el otro extremo una elegante barra de coctelería de césped infinito de Classic Bar.
El espacio de MasMusic nos llamó la atención porque era una zona de DJ con una estética muy cuidada y una agradece mucho los equipos de sonido decorados de manera bonita pero sobre todo fue parada obligatoria por La Boda de los Playmobil. Allí estaban ellos sin faltar ningún detalle: novios, dj, cámaras, amigos, copazos… ¿Genial verdad?
También pudimos ver uno de los preciosos tipis de To The Wild, una candy de esas que te hacen caer en lo dulce incluso cuando eres más de salado, unas tartas con las que se te hacía la boca agua y un montón de boniteces más.
Irse de Locas Musas sin pegarse un caprichazo en su pop-up store era imposible así que allá fuimos, a La Tienda del Sofá Amarillo porque volvernos a casa sin una bonitez de ella no podía ser. Dudé, vaya si dudé.. Etiquetas, tarros, expendedores de limonadas… Era imposible querer llevarse sólo una cosa pero había que decidirse y estaba claro. Cubiertos con Mensaje que se van a ir directos a formar parte de la decoración de mi/nuestra cocina. Eso sí, los elegidos que se vinieron con nosotros os los enseñó otro día!
Y sí, las fotos son horribles pero son culpa de mi manía de no sacar fotos buenas y decentes cuando algo me está gustando mucho.