Después de ver el atardecer entre el silencio y los campos de loto en Sukhothai, podéis leerlo aquí, nos despertamos temprano para desayunar y visitar el parque histórico.
El Hotel se encuentra en un entorno tan bonito que disfrutamos de un delicioso desayuno mientras veíamos el amanecer. Fue el primer día que probamos un desayuno al más puro estilo tailandés: zumo de frutas con tortilla y fideos de arroz. ¡Nos gustó tanto que el resto del viaje no volvimos a comer otra cosa!
Anop nos explicó por qué los asiáticos sirven huevos en el desayuno, comida y cena. Dice que miden la riqueza del país por el precio del huevo. Si el precio es elevado eso significa que la economía va bien pero si, por el contrario, es bajo no está en su mejor momento. ¿Curioso, verdad?
Llegamos al parque histórico de Sukhothai muy temprano. Debían ser alrededor de las 9 y, la verdad, es que el madrugón valió la pena ya que pudimos disfrutar de la visita sin aglomeraciones y sin agobiarnos por el calor.
El parque histórico de Sukhotai fue declarado patrimonio de la Humanidad en 1991. Puede visitarse en coche, en bici o a pie. En su interior se conservan restos del palacio real y de 26 templos, siendo el más grande el Wat Mahathat.
Nosotros visitamos la zona principal del parque (la del centro del mapa) y la zona norte en la que se en la que se encuentra el impresionante Wat Si Chum, que recomiendo no perderos.
Las magnificas vistas de El Palacio Real y Wat Mahathat o Templo de la gran reliquia situado en el centro de la planta.
El Monumento al rey Ramkhamhaeng, justo en el medio del parque, al norte del Palacio.
El Phra Achana situado en el interior del Wat Si Chum.
El Wat Sa Si
El Wat Si Sawai
El Wat Chang Lom
Tardamos aproximadamente 2 o 3 horas en visitar los principales templos del Parque Histórico por lo que antes del mediodía abandonábamos Sukhothai. Para mí que soy una apasionada de la Historia, fue uno de los lugares que visitamos en Tailandia que más disfruté.
Ese día fue uno de los que más kilómetros tuvimos que hacer ya que nuestro destino final era Chiang Rai, una ciudad situada al norte de Tailandia, cerca de Myanmar y Laos.
Antes iniciar el viaje en carretera, Anop nos propuso cambiar la ruta para llegar antes al hotel y poder disfrutar del precioso entorno dónde estaba situado. Así que en lugar de iniciar el viaje por carretera para visitar el templo de Lampang, visitamos el Si Satchanalai.
Después disfrutamos de un almuerzo y continuamos con nuestro viaje por carretera hasta llegar al lago artificial de Phayao, dónde disfrutamos de un té con Anop mientras hablábamos de la política y las costumbres en Tailandia.
El viaje por carretera fue muy largo pero a media tarde, alrededor de las 18h llegamos al Hotel The Legend Chiang Rai, dónde nos asignaron una cabaña.
¡Mirad que bonita era nuestra cabaña y nuestra cama con mosquitera!
Os recomiendo este hotel 100%, especialmente, si viajáis allí por vuestra luna de miel. Cuidan con muchísimo mimo todos los detalles, tanto en el interior de las cabañas como en el exterior (jardines, piscina, restaurante). Es un lujazo. La única pega es que se encuentra alejado del centro de Chiang Rai por lo que no pudimos visitar su famoso Wat Rong Khun o templo blanco ni callejear por la ciudad.
Necesitábamos descansar así que cambiamos sus calles por el bañador y nos fuimos a disfrutar de un merecido baño en la piscina antes de ir a cenar al restaurante que el hotel tenía situado junto al río.
Ese fue nuestro último día solos, los tres siguientes nos acompañó un vasco que había contratado las mismas excursiones en Chiang Rai y Chiang Mai que nosotros pero eso os lo cuento en un par de semanas.
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