Enamorados de Mallorca, sabían que encontrarían pocos lugares como éste en el mundo.
Fue una bonita ceremonia íntima con treinta y seis invitados. En las horas previas todos teníamos los ojos en el cielo. Amenazaba lluvia pero al final se optó por arriesgarlo todo y realizar el montaje en el exterior como era el deseo de los novios. ¡Gracias a Dios el agua no hizo acto de presencia y todo fluyó según lo previsto!
Se colocó una mesa con limonada casera, ideal para refrescarse en verano en Mallorca. El novio recibía así a los invitados a la espera de la llegada de Pippa, quien se preparaba para el gran momento…
La hermana del novio, fue la estilista que ayudó a Pippa a estar absolutamente maravillosa para su boda.
La novia iba realmente preciosa en un bonito vestido que marcaba su silueta y unas sandalias con perlitas muy finas. Un sedoso y fino velo que completaba el look de Pippa que decidió lucir un sencillo recogido en la parte superior donde enganchar su velo, mientras dejaba al viento una melena romántica y muy natural. El ramo de novia que eligió para la ocasión era sencillamente, ¡espectacular!
Todo listo para dirigirse hacia el lugar donde se celebraría la unión. Un emplazamiento único donde la naturaleza y el paisaje han sido el mejor de los altares y donde las sillas de los novios e invitados situados en semicírculo han sido más que suficiente para enmarcar una preciosa y emotiva ceremonia…
Rodeados de árboles y piedra típica mallorquina y al son de los violines, Pippa y Dale no podían dejar de sonreír…En las sillas cada invitado encontraba la orden de servicio hecha por la mamá de Pippa y una pequeña bolsa con confetti hecho con flores secas, ¡todo precioso!
Si hay algo que nunca cambia, ¡son los nervios del novio antes de comenzar! ¿Cómo no estarlo si uno va a casarse con la mujer de sus sueños?
La ceremonia fue amenizada con el chelo y el violín de Soriana (Deejays Group) y oficiada por la ceremoniante Glynis German…
Y tras las más que emotivas palabras que se pronunciaron, llegó el momento de ponerse las alianzas que sellaban el pacto de amor eterno. A los novios les brillaba la mirada, y los invitados se emocionaban como nunca…Y tras el Sí, Quiero, el beso.
Estos son los momentos únicos que hacen de cada pareja un instante especial y diferente a todos…La familia y amigos de los novios sobrecogidos por la emoción y alegría recibieron sus primeros pasos como marido y mujer con una lluvia de arroz y pétalos de flor…(¡esta lluvia sí que fue bienvenida!)
Tras tantas emociones se sirvió el aperitivo en el jardín de la preciosa finca de Monnaber…en un ratito los comensales pasarían a la mesa que se instaló en la parte delantera de la casa. Una solo y larga mesa donde todo el mundo iba a disfrutar de una estupenda cena servida por Exclusive. Pero antes de eso, los recién casados decidieron cortar la tarta antes de pasar al banquete…
Una preciosa y larga mesa decorada con bonitas flores y mucha vegetación autóctona daba la bienvenida a los comensales…¡qué decorado más ideal para una deliciosa cena como la que se iba a degustar!
La mamá de Pippa se ocupó de la bonita gráfica del menú, orden del servicio, etiquetas del sitting…¡Menuda artista!
En Moments somos amantes de los mínimos detalles como estos letreros de madera natural donde indicaba dónde se iban a sentar el novio y la novia…
Tras el suculento banquete de bodas llegó el turno de los discursos…¡pañuelos listos para secar las lágrimas de emoción!
Las ocurrencias de los invitados en el momento de los parlamentos sacaron más de una carcajada a los recién casados! Ni la lluvia, que apareció en los postres, impidió que todo fuera perfecto…(Menos mal que siempre tenemos un plan B y tras colocar una carpa sobre la mesa del convite, se acabaron las preocupaciones y se prosiguió hasta finalizar la cena).
Tras la misma, la fiesta se trasladó al interior de la finca y a recaudo de las nubes caprichosas, donde se bailó y disfrutó hasta el amanecer…
¡Felicidades a los estupendos y simpáticos novios! ¡Pippa y Dale os deseamos montones y montones de felicidad!
Fotografías: Emma Fenton
Finca: Monnaber