Que levante la mano aquel que todavía no haya ido de boda. Como no veo ninguna mano alzada, deduzco que todos habéis pasado por ello alguna vez. Desde la boda del tío Faustino en la que terminaron todos los mayores con las corbatas en la cabeza (y tú también por aquello de que imitar a los mayores mola mucho) a la boda de tu primo Manolo, de esas bodas interminables en las que ya puedes anticipar qué va a suceder en cada momento.
Si no quieres que la gente recuerde tu boda como tú recuerdas éstas, cambia el chip e introduce cambios. Hay muchas maneras de planear una boda, así que demúestrales a todos que tú eres capaz de hacerlo distinto y de celebrar un evento que se recuerde por los siglos de los siglos. Nosotras podemos ayudarte de muchas maneras. La primera, con unos sencillos consejos que marcan la diferencia y hacen que unas bodas triunfen y otras no.
Fotografía: Will Marsala
1. Las normas las pones tú. Haz la boda que tú quieras. Sin protocolos si no te encajan, sin tarta si no te gusta el dulce, con una flashmob si no quieres sentirte solo en medio de la pista. Es tu boda, así que en ella mandas tú.
2. Sorpresas y detalles. Cúrratelo. Bien con ayuda de un Wedding Planner, bien por ti mismo. Pero los detalles encantan, y es un buen punto a favor. Y si ya sorprendes con detalles que no se esperen, mejor que mejor.
3. Piensa en tus invitados. Son la parte más importante de cualquier evento. Toca su parte más sensible, deja patente que has pensado en su diversión, que se sienten cuidados. Y hazles partícipes siempre que puedas. Lo agradecerán y recordarán.
4. Dar con el proveedor ideal. Sumamente importante. Igual que no montarías un negocio con tu peor enemigo ni te irías de vacaciones con tus suegros. Vas a trabajar muchos meses codo con codo con ellos, así que tienes que asegurarte que te dan la tranquilidad y confianza suficientes como para delegar en ellos y saber que todo va a salir perfecto.
5. Diversión IN; nervios OUT. Si el punto anterior está bien hilvanado, este punto saldrá solo. Disfruta al máximo de tu gran día, pues solo se va a producir una vez en la vida. Ríete hasta que te duela el estómago, baila durante horas y si os lánzais a tener photocall, disfruta al máximo. Que no se te escape ni un solo segundo sin hacerlo!
5. Ser vosotros mismos. Aunque está en última posición, es de lo más importante. La gente viene a disfrutar con vosotros como lo ha hecho siempre, así que ese día comportaros tal y como sois. Sin poses falsas, sin compromisos, sé cómo tú eres. Así tu boda será un buen reflejo de ti mismo.