El día de mi boda, como ya os conté en este post, cuando llegué al Ayuntamiento de Ciutadella y me encotré a los 180 invitados esperándome, sufrí un impacto tal que mis emociones se revolucionaron en un instante. Recorrí el pasillo cogida al brazo de mi padre y al llegar al final vi a mi prima llorando como una magdalena y no lo pude evitar... Me puse a llorar como loca y estuve un buen rato sin poder parar de llorar y reír, mientras el oficiante esperaba a que parara de llorar para empezar la ceremonia, yo no podía evitarlo!
El caso es que yo no había contado con que me pondría a llorar así, y no tenía un pañuelo con qué secarme... Un pañuelo es algo imprescindible chicas, ya sea envuelto en el ramo, escondido en el escote o como en mi caso, tener a alguien que te lo acerque cuando haga falta.
En mi caso, mi madre fue la más avispada, al estar en primera fila se acercó y me dio el pañuelo que mi padre siempre lleva en el bolsillo. Como veréis, lo usamos tanto yo como Xavi en los momentos más emocionantes de la ceremonia...
Esta es una anécdota que mi madre siempre cuenta sobre la boda y hoy os la contaré yo a vosotros. Resulta que mi padre es de esos hombres que siempre, y digo siempre, lleva un pañuelo en el bolsillo como hacían antiguamente los señores.
Hasta esconces, siempre había llevado el típico pañuelo blanco bien doblado y planchado pero meses antes de la boda mi madre decidió que ya estaban viejos y los cambió por unos pañuelos monísimos de cuadros, muy campestres. Lo que no contamos, es que yo le pediría a mi madre un pañuelo el día de la boda y como veréis en las fotos el pañuelo de cuadros no pintaba nada en ese ambiente "bodil"! No creo que nadie se diera cuenta pero allí estaba.
(Sé que en estas fotos no estoy muy favorecida pero me hacen mucha gracia)
Es una anécdota muy divertida, a mi madre le encanta contarla y con ella os quiero animar a todas las futuras novias para que escojáis un pañuelo bonito para el día de vuestra boda, porque es casi seguro que váis a llorar y siempre queda más bonito tener un pañuelo mono para que luego salga en las fotos. Porque en ese momento habrá 180 personas (o las que sean) mirándote... Y no podrás disimular nada!
En las bodas, no sólo los novios lloran, los invitados también lloran! Una boda es el fin de algo y el comienzo de una nueva etapa. Es el momento de recordar con cariño todo lo vivido y a más de uno le caerá una lagrimilla durante la ceremonia. Nosotras siempre nos emocionamos y lloramos en las #bodasMissMrs!
Con el post de hoy os quiero enseñar una idea que a mi me encanta y que además vamos a usar en alguna de nuestras próximas #bodasMissMrs.
Se trata de repartir pañuelos para los invitados, para que puedan utilizarlo en caso de urgencia... para sus lágrimas de felicidad.
Hay muchas maneras de hacerlo, pueden ser pañuelos de tela con estampados bonitos, pañuelos blancos bordados o simplemente pañuelos de papel blancos, lo más barato y sencillo y a la vez lo más útil.
Se pueden presentar en bolsitas de papel decoradas con algún texto o dibujo, repartirlas a la entrada, dejarlas en las sillas o en un cestito en la entrada para que los coja quien crea que los va a necesitar.
Estas son algunas de las propuestas...
¿Qué os parece la idea?