Hemos vuelto años atrás donde la espectacularidad de los pasteles se queda a un lado para darle espacio al sabor, al auténtico sabor de la harina, huevos, azúcar, mantequilla y demás ingredientes necesarios para crear este tipo de bizcochos. La guinda del pastel (nunca mejor dicho) se encuentra en encontrar el gusto exacto para el relleno de este. Normalmente suelen hacerse con mermeladas o algún tipo de crema, pero siempre sin empachar.
La decoración ya va a gusto del consumidor, pero suelen ser adornos florales sutiles, alguna fruta colocada con gracia o incluso toppers (como mostrábamos en esta entrada) pero siempre intentando que sea de manera discreta, aunque hay de todo…
No obstante, actualmente existe la tendencia donde se incluye la espectacularidad de una tarta fondant y el rico sabor de un postre individual. Me explico. Las tartas elaboradas suelen ser más caras y menos sabrosas, por lo tanto, los restaurantes incluyen una única tarta (de tipo fondant) con la única finalidad de que los novios hagan el espectáculo de cortarla con la espada, mientras que lo que más tarde degustan los invitados es un postre delicioso y de manera individual. Es un forma de ahorrar en un postre que muchos de los asistentes van a dejarse, pero sin perder la tradición deque los novios corten el pastel.
Y como seguro que se os está haciendo la boca agua, en este enlace os dejo un tutorial paso a paso de como preparar con éxito vuestro pastel “desnudo” o naked cake (está en inglés, pero es el más “fiable” que he encontrado y no os preocupéis si no tenéis ni papa de inglés, es bastante gráfico) . ¡Suerte!
Alba, vuestra organizadora de eventos y wedding planner.