Muchos seguro que recordáis el post que escribí con todas las ideas originales de su boda (podéis volver a leerlo haciendo click AQUI) pues bien, esta pareja de cucos, se fueron de viaje de novios a Japón y hoy comparten su experiencia en BodasCucas y os dan muchos consejos que os vendrán genial si decidís que Japón sea vuestro destino en la luna de miel.
Japón tiene muchos atractivos: la combinación de tradición y vanguardia, la cultura de sus habitantes, totalmente distinta a la occidental, el respecto por la naturaleza, los jardines especialmente cuidados, los barrios tecnológicos, templos y toris... Personalmente todo nos atraía, pero si hay una cosa que especialmente marcó nuestra elección por este país como viaje de novios fue la gastronomía.
No hace falta tener pasión por la comida Japonesa para ir a Japón pero, un mínimo de gusto por esta comida es muy recomendable pues aunque sea un país muy avanzado, no lo es tanto en cuanto a conocimientos de Inglés por parte de sus habitantes, y es muy probable que encuentres muchos restaurantes donde no sea posible comunicarte con los camareros más allá de señalar a la mesa de al lado para transmitirles yo, lo mismo que ellos, y probar suerte. Obviamente siempre vas a encontrar Mc Donalds y cadenas internacionales donde entenderás perfectamente el menú, pero nosotros intentamos siempre ir a sitios que no estuviesen llenos de turistas y ahí te pasan cosas la mar de divertidas. Pero que esto no os eche para atrás ni mucho menos, ¡Es parte de la magia de este país! Además una pequeña guía con frases básicas en japonés para poder comunicarte mínimamente también ayuda bastante y tened en cuenta que en algunos sitios cuentan con reproducciones de cera de la comida que te ofrecen en un mostrador en la entrada, por lo que es mucho más sencillo poder elegir, basta con señalarlo.
Nuestro viaje de novios duró 3 semanas, las cuales dedicamos íntegramente a Japón en una ruta organizada por nosotros mismos sin agencia, con la ayuda de páginas web como: https://www.turismo-japon.es Existen viajes organizados por agencias mayoristas que están muy bien estructurados, sin embargo, organizarlo por tu cuenta tiene una ventaja a considerar: el precio. El mismo viaje que nos presupuestaron en la agencia, nos salió por casi la mitad, por lo que os aconsejo que si os interesa Japón como destino de viaje os lo planteéis: es un país donde es muy fácil moverte por tu cuenta gracias a la red de trenes bala (Shinkansen), la seguridad en las calles es total y la gente es muy amable y te ayuda en todo lo que haga falta.
Nuestro viaje se dividió en cuatro etapas condicionado por la entrada y salida del país a través del Aeropuerto de Tokio:
Tokio (parte 1)
Hiroshima y Mijayima
Kyoto y alrededores
Tokio y alrededores (parte 2)
Tokio es una ciudad maravillosa, llena de contrastes, donde modernidad e historia se respiran en los diferentes barrios: Ginza, Sibuya, Shinjuku, Akihabara, Ueno, Asakusa, Roppongi...
Aprovechando la diferencia horaria, uno de los primeros planes que decidimos hacer las primeras noches para aprovechar el jet lag fue ir al mercado del pescado en Tokio, donde hay que estar a las 4 de la mañana. Tuvimos mucha suerte y en la lonja nos enteramos que había un campeonato nacional de sumo en Tokio que tuvimos la oportunidad de ver gracias a la venta diaria de últimas entradas al estadio. Suele haber varios al año.
Los primeros días también visitamos la zona del palacio imperial, el distrito Marunouchi (de negocios) así como el elegante barrio de tiendas Ginza. Por la noche nos acercamos a Akihabara, el barrio tecnológico y de segunda mano donde, además de numerosas tiendas de tecnología, manga y videojuegos, se pueden encontrar restaurantes muy pintorescos con camareras vestidas en plan infantil y esperando poder hacer compañía. Aunque lo pueda parecer, eliminar cualquier tinte erótico que se os pueda pasar por la cabeza, lo que ocurre en esos restaurantes es algo que en España no existe y resulta difícil de entender. Se trata de mera compañía mezclada con juegos infantiles.
Tras pasar unos días en Tokio, nos dirigimos al sur con destino Hiroshima. Resulta increíble cómo han reconstruido la ciudad en tan poco tiempo. En Hiroshima es imprescindible entrar en el museo de la bomba atómica y pasear por el paseo de la paz y el parque que rodea a la zona cero de la bomba. Es bastante impactante pero necesario para concienciar sobre el impacto que tuvo ese hecho en la población civil de Hiroshima.
Muy cerca de Hiroshima se encuentra la isla de Mijayima, patrimonio de la Unesco, a donde nos desplazamos después y donde pasamos una de la noches capricho de nuestro viaje, en el Ryokan (alojamiento típico japonés) Iwaso (http://www.iwaso.com/english/), que dispone de Onsen con vistas al monte (baños tradicionales japoneses).
Lo que la mayoría de los visitantes de la isla suele hacer es ir a pasar el día y volverse en el ferry por la tarde noche. Los poquitos turistas que nos quedamos en los escasos hoteles de la isla, tuvimos la oportunidad de disfrutar de la isla por la noche y poder acercarnos al gran tori que se encuentra en el mar cuando la marea baja. Esta isla tiene magia, está muy cuidada, en cualquier momento te puedes encontrar ciervos que pasean libremente entre los turistas, cuenta con varias rutas de senderismo así como varios restaurantes tradicionales japoneses y sobre todo transmite paz y tranquilidad.
Tras la jornada de historia en Hiroshima y el día completo en Mijayima emprendimos de nuevo nuestro viaje en tren bala haciendo uso de nuestro pase de dos semanas con destino Kyoto, a mitad de camino entre Tokyo e Hiroshima. En Kyoto establecimos campamento base durante una semana y desde ahí con el tren bala hicimos diferentes excursiones a:
Osaka, a ver el frenesí de la ciudad así como el gran palacio.
Nara, con su buda gigante y ciervos.
Inari, con sus pasillos de toris interminables, utilizados en la película tigre y dragón
Arashiyama y el bosque de bambú
Uno de los días que dedicamos a Kyoto fue acompañados de Yoji, un guía voluntario cuyos servicios reservamos a través de http://kyotofreeguide.sakura.ne.jp/index.html. Se trata de un servicio totalmente gratuito donde japoneses te enseñan y te explican su ciudad por el mero placer de hacerte partícipe de su cultura y costumbres. De lo mejor del viaje :)
De vuelta a Tokio terminamos de ver los otros barrios que no nos había dado tiempo la primera vez. También fuimos al teatro Kabuki a ver una obra típica Japonesa e hicimos excursiones a lugares como Nikko.
No me gustaría dejar de nombrar un aspecto, que por curioso, no pasa nunca desapercibido para cualquier turista occidental que viaja a Japón: los baños y en concreto la tecnología aplicada a la taza del water; podéis encontrar de todo: chorrito de agua delantero, trasero, regulador de intensidad, regulador de ángulo, taza calefactada, sonidito de fondo para disimular, ¡Incluso secador! Y es que en Japón, ir al baño, es una experiencia diferente. La siguiente imagen corresponde a un hotel cápsula en el que dormimos el último día.
Por supuesto nos dejamos muchos sitios que ver en este país tan increíble y espero que haya una segunda oportunidad de continuar esta aventura.
¿No sentís como si hubiérais estado en Japón por unos minutos? Clara ¡Nos has dejado con muchas ganas de conocer el país del sol naciente :) ¡Muchísimas gracias por tu colaboración!
Si antes de tomar la gran decisión, necesitáis más sugerencias para la luna de miel no dejéis de hacer click AQUI.
¡Ah! Estad muy muy muy atent@s tod@s al blog porque
se acerca uno de los sorteos más cucos
que hemos hecho hasta la fecha...
¡Y hasta aqui podemos leer!
¡Feliz semana!
xxx :p
Imágenes y texto:
Clara Tamayo