Pienso (aunque supongo que es algo subjetivo) que cuando una mujer está en un embarazo avanzado no debe para nada ocultar la barriga, sino todo lo contrario, debe lucirla con orgullo.
En cuanto a los colores, los vestidos lisos siempre van a ser los más favorecedores. Como la mayoría de las bodas son en verano, se pueden elegir tonos vibrantes y alegres. En cuanto al corte, los vestidos de corte imperio son los más usados cuando el volumen de tripita es considerable.
Para una boda de día, los vestidos cortos con cortes rectos son siempre elegantes y cómodos, y nos permiten darle mucha importancia a los complementos como tocados, pamelas, maxi pendientes, etc. muy al estilo Kate Middelton. Para bodas de noche, un vestido largo puede ser muy práctico para llevar un zapato plano (y para disimular algún que otro tobillo hinchado). Aunque hay que tener cuidado con los largos, porque si son muy vaporosos pueden dar excesivo volumen.
También está la opción a lo Blake Lively es llevar vestidos de los que se llaman “segunda piel”: vestidos ajustados y sin escote que marcan la figura tal cual está. Otra opción son los vestidos túnica, los vestidos de inspiración helénica son una excelente alternativa para aquellas mujeres que se encuentran en los primeros meses de gestación y no desean marcar su embarazo.
Los zapatos no tienen por qué ser de tacón, o de alto tacón. Ahora venden muchos zapatos de tacón medio ideales que pueden combinar a la perfección con un look de invitada de boda. Además, en las bodas de día cada vez se ven más las cuñas que son otra opción muy cómoda para aguantar de pie tantas horas.
Hay muchas tiendas en las que encontrar vestidos de fiesta para embarazadas: Asos Maternity tiene cosas estilosas a muy buen precio, en Zalando, en La Redoute, en H&M o en El Corte inglés también hay muchas opciones. Y luego están todas las tiendas específicas premamá como Prenatal, Shopmami, Mit-Mat Mamá, Demamis…