Conociendo a Revela´t, fotógrafos de boda
¿Cómo definiríais vuestro estilo? ¿Qué pensáis que os diferencia del resto de profesionales del sector?
Lo que más caracteriza nuestro estilo es la naturalidad. Tanto en las bodas como en las sesiones, hacemos lo posible por que los novios se sientan cómodos. No los hacemos posar. Nuestro trabajo es ir guiándolos para que cada uno saque su lado más cariñoso con el otro, que se sientan a gusto y poco a poco vayan liberándose de la tensión de estar delante de dos personas con cámaras. El resultado son fotos en las que se ve cómo dos personas se quieren.
En vuestra opinión, ¿cuáles son las claves para conseguir las fotografías de boda perfectas?
La clave principal es hacer que los novios nos vean como uno más, que tengamos confianza entre nosotros. De este modo se relajan y fluye mucho más, pudiendo captar como son al 100%. También es importante intentar no interferir en nada durante ese día. Hay muchos nervios y lo que menos necesitan es a otra persona diciéndoles que tienen que hacer en cada momento. Siempre estamos atentos a ellos por si nos piden alguna foto en concreto. Pero sino ser discretos, y que no se note que estamos allí es algo en lo que trabajamos siempre y ellos lo agradecen. Para nosotros ésta es la mejor manera de que el resultado sean todo fotos de momentos reales.
Decís que os encanta viajar, ¿en qué lugar habéis hecho la sesión más emocionante?
Cada sesión que hacemos fuera nos resulta igualmente emocionante, poder viajar y trabajar para nosotros es la combinación perfecta. Pero si hay que elegir, nos quedamos con nuestras tres preferidas: La de Islandia -Porque podríamos decir que es nuestro lugar favorito del mundo- La de París -Porque congeniamos tanto con ellos que después nos llamaron para hacer las fotos de su boda en Cantabria, (y este ha sido uno de los sitios en los que hemos disfrutado más en ruta!)-. Pero sobretodo, la de Portland. muchos de los fotógrafos en los que nos inspiramos vienen de allí. Su luz y sus paisajes nebulosos nos encantan, y que nuestra primera boda en Estados Unidos fuese allí fue literalmente cumplir un sueño!
¿Cómo se consigue en un día tan importante como es la boda que los novios estén tranquilos y den lo mejor de sí mismos para las fotos?
Para nosotros es muy importante que nos conozcamos antes. Tenemos comprobado que los novios se sienten mucho más a gusto con nuestra presencia si antes nos hemos visto y hemos hablado bien. Por eso siempre recomendamos la sesión de preboda: pasamos una tarde juntos, se acostumbran a las cámaras y a nosotros, hablamos un montón, nos cuentan todo sobre sus planes… Y cuando terminamos, la relación es más de amistad que de profesional-cliente. Esto ayuda mucho a que estén tranquilos el día de la boda.
Durante el gran día, ¿cómo os preparáis para que todo salga genial?
Intentamos ir unos días antes a las localizaciones para asegurarnos de que nos sabemos bien el camino, y si hay tiempo, buscar lugares donde hacer las fotos de retrato. El día de la boda procuramos ir siempre con tiempo de sobra, ya sea a las casas en los preparativos o a la finca. De esta forma siempre hay margen a solucionar posibles contratiempos sin que nos altere los horarios marcados.
En cuanto al material, nos lo preparamos todo bien el día de antes. Nuestra peor pesadilla es que se nos olvide algo en casa por culpa de los nervios
¿Cómo es el proceso desde que el cliente os contacta por primera vez hasta que le entregáis el fruto de vuestro trabajo tras la boda?
Cuando nos contactan para preguntar fecha y presupuesto les enviamos un dossier con las tarifas, donde explicamos nuestra filosofía y forma de trabajar. Si les parece todo bien, antes de confirmar nos vemos, ya bien sea en persona o hacemos un Skype si están lejos. Es importante ver si realmente hay ese “feeling”. Se nota en seguida cuando conectamos con los clientes ( hay veces que se ve ya solo con los mails previos). Ellos tienen que quedarse seguros de que han elegido a los profesionales que les darán el resultado que buscan. Una vez confirmado, mantenemos el contacto para que nos tengan actualizados de como van evolucionando los preparativos de la boda.
La semana de antes solemos hacer una reunión para apuntar todos los horarios y organizarnos bien.
Una vez hecha la boda, tardamos en entregarles las fotos entre 4 y 8 semanas (dependiendo de la época del año).
Desde vuestro punto de vista, ¿cuál es la mejor parte de ser fotógrafo de bodas? ¿Y la peor?
La mejor parte es la ilusión de que una pareja que no te conoce decida que eres la persona ideal para captar el día más importante de su vida y depositen toda su confianza en nosotros. Es el vínculo que se crea al compartir con ellos los nervios del día. A veces vamos a bodas y nos encontramos con esos novios como invitados, contentos de vernos trabajar gracias a sus recomendaciones, y nosotros felices de ver que les ha gustado tanto el resultado, que después les hablan de nuestro trabajo a futuros novios.
Lo peor es la tensión. Aunque ya estamos acostumbrados, cada reunión con una pareja nueva es como una entrevista de trabajo, nunca sabes si va a salir bien o mal. Si lo que les cuentas les va a gustar o por lo contrario no va a tener nada que ver con lo que buscan. Es un esfuerzo continuo por que todo siga adelante, cada vez hay mas competencia y a la que te distraes un poco desapareces. Aunque nosotros estamos muy satisfechos con nuestro trabajo y estamos seguros de que si seguimos esforzándonos igual, seguiremos obteniendo los mismos frutos.
¿Te gustaría compartir algún truco o recomendación relacionada con la fotografía de bodas?
Nuestro consejo es que se tomen el tiempo necesario para estudiar a qué profesional quieren contratar. Cuando empiezas a organizar una boda, salen gastos por todas partes y muchas veces por agobio o preocupación de no poder llegar a todo, acaban quitándole la importancia que realmente tiene un buen fotógrafo… sin ser conscientes de que todo el tiempo y esfuerzo que dedican a preparar ese día, y lo mucho que lo van a disfrutar, se acaba perdiendo parte en el olvido. Y si el resultado no es el que se quiere será también una perdida de dinero. Eso si, una vez tomada la decisión que se olviden de los fotógrafos que ellos están ahí por y para los novios, y que disfruten de cada momento porque ése día se pasa volando.
Gracias por todo y ¡nos vemos en la próxima!
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