Se conocieron hace ahora 14 años y desde entonces, no se han separado. Tras seis años de relación decidieron casarse. Entonces Iballa descubrió que estaba embarazada y tuvieron que aplazar la boda por no poder hacer frente a los gastos. Dos años después, volvieron a intentarlo. Cuando lo tenían todo preparado, Aridane tuvo graves problemas de salud que le mantuvieron una larga temporada ingresado en el hospital. Era la segunda vez que debían aplazar sus planes de boda. Tras esto, él perdía su trabajo y ella debía dejarlo para poder atender los cuidados constantes que Aridane precisaba. Estando ambos sin empleo, tuvieron que tirar de los ahorros destinados a la boda para salir adelante. Iballa encontró en nuestro concurso la oportunidad de cumplir por fin su sueño. Así nos lo contaba en su carta: "Hemos pasado por muchos obstáculos. Mi hijo que aunque sólo tiene siete años, no para de preguntarnos cuándo nos casamos (?) Ari cree que hemos arreglado los papeles para casarnos el año que viene a ver si mejora la situación económica y guardamos algo de dinero para hacer algo íntimo, pero me gustaría darle una sorpresa y poder tener la suerte de ganarme esta boda que siempre hemos soñado y casarnos este año sin que él se lo espere, antes de que pueda volver a tener una recaída de salud y tengamos que cancelar todo de nuevo".
Los preparativos
La misma mañana de la boda, Iballa se ponía en manos de Leonor Martel quién se encargó de peinarla y maquillarla. Antes del resultado final, nos la llevamos al Photocall de Miraparty ¡con los rulos puestos!
Entre tanto y tanto, los chicos de Teldeflor se encargaban de la decoración floral y el arco para la ceremonia. Al fondo, el Auditorio Alfredo Kraus a los pies de la Playa de las Canteras.
A las 18:30 horas acudimos a la puerta principal del CC Las Arenas a esperar a los novios. Primero llegó Aridane del brazo de la madrina. Me encargué de llevármelo dentro del centro comercial mientras Jennifer Betancor se quedaba a esperar a la novia junto a los fotógrafos y la maquilladora, preparada para darle los últimos retoques.
Coordinados por el pinganillo (¡bendito invento!) Jennifer me indicó el pistoletazo de salida para que novio y madrina hicieran su entrada hasta la planta terraza del centro comercial.
La boda
Testigos del recorrido, los visitantes del centro comercial quienes miraban estupefactos. Tres plantas hasta la terraza en la que todo estaba preparado para la llegada del novio que temblaba como un flan.
Minutos más tarde, tras Aridane, hacia su entrada una guapísima Iballa al son del Ave María interpretado en directo por los chicos de OP.33 Eventos Musicales.
Dos generaciones de Tiempo de Boda unidas junto a Jennifer Betancor. Joana y Jonathan se casaban hace ahora justo un año en la primera edición.
Desde éstas líneas, gracias a todos los que hicieron posible una edición más de Tiempo de Boda y en especial a Jennifer por contar conmigo.