1.- Alquilar el vestido: Es una opción muy buena para lucir un vestido de novia de las colecciones más recientes de grandes diseñadores si no te hace ilusión guardarlo, y puede ser muy acertada porque normalmente acaban guardados en el fondo del armario y no se vuelven a sacar. Además, no os penséis que por ser alquilados no tendréis pruebas de vestido hasta que os quede perfectamente ajustado. El funcionamiento del alquiler es exactamente igual que cuando lo compras, sólo que luego lo tienes que devolver. Un ejemplo de lugar donde alquilarlo es Dream Novia´s. Una amiga de mi hermana lo alquiló allí y quedó muy contenta. En su web podéis ver alguno de sus modelos disponibles, la dirección y el funcionamiento del alquiler.
2.- Outlet de novia: Ya sabéis lo que es un outlet, un lugar donde encontrar vestidos de las marcas más conocidas a buen precio porque son los restos de otras temporadas. Es una buena opción siempre que las tallas disponibles del vestido que te gusta no te queden pequeñas. Si te quedan grandes no hay problema porque allí mismo tendrás tus pruebas y te lo arreglarán. Normalmente los ajustes te los cobran a parte ya que los vestidos suelen estar muy rebajados. El outlet más conocido es el de Vertize Factory, donde podéis encontar desde vestidos de marcas conocidas del grupo Rosa Clará o Pronovias y vestidos de la marca propia de Vertize Gala desde 100 euros hasta 800 euros. Una amiga mía se lo compró allí por 400 euros y el vestido era precioso.
3.- Marcas con colecciones económicas: Hay marcas como Vertize Gala, de la que ya os hablé aquí, o Charo Peres, donde compré mi vestido, que tienen opciones muy económicas. En Vertize Gala podéis encontrar vestidos de su marca propia a precios entre 550 euros y 980 euros, que nada tienen que envidiarles a otras marcas. En Charo Peres tienen promociones muy a menudo, por lo que os recomiendo que os paséis por allí para ver si os gusta lo que tienen. Yo pasé por casualidad, me dieron cita para unos días después y encontré el vestido a la primera, a mitad de precio y con un trato inmejorable.
4.- Comprar un vestido de segunda mano: Esta opción no me gusta mucho más que nada porque es muy difícil que encuentres el vestido que te gusta y en tu talla. Los arreglos correrían de tu parte y a no ser que seas modista o tengas un familiar que lo sea, arreglarlo te puede salir más caro que alquilarlo o comprarlo en un outlet. Pero también puedes tener suerte y encontrar tu vestido a buen precio. Podéis buscarlo en webs como Segunda mano o Weddalia.
5.- Llevar el vestido de un familiar: Es una bonita opción llevar o adaptar el vestido de tu madre o de tu abuela. Ya he visto ocasiones en las que lo han hecho novias, aprovechando incluso sólo parte del vestido para algún detalle cuando se lo hacen a medida, y ha quedado precioso, sobre todo ahora que se lleva tanto el estilo vintage. Pero le veo los mismos inconvenientes que a la opción de comprarlo de segunda mano para que sea una opción económica, la talla y los arreglos.
6.- Sorteos de vestidos de novia: Esta es la opción más económica porque os puede salir gratis. Estad pendientes de los blogs de bodas en las redes sociales y apuntaros a los sorteos, que siempre le tocan a alguien. Como ejemplo de los sorteos de vestidos de novia, en los eventos que organiza Mi boda rocks siempre sortean un vestido de novia, no perdéis nada por acercaros y participar en el sorteo.
¿Qué os parecen estas opciones? ¿Está vuestra elección entre ellas?