Así como elegir joyas y accesorios que combinen con el vestido y buscar que las decoraciones de la boda complementen la finca, también es importante que tu vestido de novia combine a la perfección con la decoración en la que se ha trabajado tanto.
Se dice que el estilo de uno es la forma de decir quién se es sin tener que decir nada. El día de la boda de una novia funciona a menudo como el escaparate principal de su estilo personal, tanto individualmente como en pareja. Con el estilo adecuado, los invitados se verán envueltos en un estado de ánimo y una atmósfera evocadores del tema que los novios han seleccionado para celebrar el día especial.
Sigue leyendo para descubrir los mejores consejos para seleccionar el estilo de un enlace de cuento.
Primero elegir una temática de boda, luego un vestido de novia
Fuente: El Corte Inglés
La manera de dar forma al estilo puede empezarse de dos maneras. Primero, la novia puede empezar pensando en la idea que tiene para el día de su boda: una temática, como por ejemplo, el país de las maravillas invernal o una velada en un jardín bohemio.
Con el tema ya definido, te aconsejo que pienses tres palabras para desgranar las ideas aún más. Estas tres palabras te servirán de ayuda como punto de referencia cuando compres el vestido de novia.
Habiendo seleccionado un tema romántico, como el sueño de una noche de verano, por ejemplo, hay tres palabras que evocan esa atmósfera, que serían romántico, brillante y soñador. Una novia puede optar por un vestido de encaje, con el detalle de una manga ondulada en cuello barco que marque los aspectos románticos. Al mismo tiempo, la forma de la espalda abierta, junto con algunos adornos que brillarán a la luz de las velas, enfatizan esas cualidades brillantes y soñadoras de la temática.
Este método le permite a la novia elegir un vestido y determinar si complementa la esencia del tema predeterminado.
Escogiendo primero un estilo de vestido, luego la temática de la boda
Fuente: Rsvp Brides
Por el contrario, la novia puede escoger primero su vestido perfecto y luego determinar la esencia de lo que evoca el vestido (romántico, soñador y caprichoso, o bohemio, sofisticado y elegante).
A partir de ahí, se puede continuar con la planificación del resto de la boda en función de esos elementos. Esas tres palabras usadas para desgranar el “tema del vestido” son adjetivos que fácilmente desarrollan una imagen mentalmente.
A partir de esto, una novia puede inspirarse en la decoración y la estructura de un posible lugar o decoración en función de los atributos del vestido que ha elegido.
Por ejemplo, las mangas acampanadas de un vestido imperio pueden complementar las columnas acampanadas en el salón de baile del lugar, destacando aún más el aspecto romántico de ese tema.
Del mismo modo, los pliegues de seda y los cristales de un corpiño, por ejemplo, pueden recordar a la gran escalera de un lugar; la luz de las velas esparcidas y colocadas a lo largo de la misma escalera pueden, a su vez, complementar las características soñadoras y caprichosas de ese vestido, reforzando todavía más el efecto que se quiere que los invitados también experimenten.
Siguiendo este método, el vestido sirve como fuente de inspiración para casi todos los aspectos de una boda, desde el diseño de la invitación hasta las flores de la mesa.
En síntesis, sí existe una relación entre la decoración o temática de tu enlace y la de tu vestido, porque debe ser una consecución de las mismas ideas.