Pero aparte de eso... os cuento. Ahora mismo se está celebrando la archimegaconocida Oktoberfest, o fiesta de la cerveza (que no fiesta de octubre, ¿eh?). La principal se celebra en Múnich del 20 de septiembre al 5 de octubre. Y digo la principal porque esta fiesta ya se ha extendido por medio planeta y se celebra en casi todos los barrios, como se debe hacer con las cosas buenas.
Y, pregunta: ¿por qué os cuento esto que tiene tan poco que ver con el mundo bodil? Porque si juntamos una cosa con otra, ¿qué nos sale? ¡Pues claro! ¡Una boda temática! ¡Síiii!
Como vivo en Alemania, es inevitable ver rincones centrados en esta fiesta hasta en los supermercados, así que se me ha ocurrido buscar y rebuscar (porque anda que no me ha costado) por los mundos de internet hasta dar con alguna boda que se centre en el gran guateque cervecero alemán.
Un momento. ¿Hay alguien que no sepa lo que es la Oktoberfest? A ver, el chico del fondo creo que ha levantado la mano. Tranqui, que yo te explico, mi niño. Durante dos semanas se montan unas carpas impresionantemente grandes con mesas de madera alargadas con sus correspondientes bancos, en los que se bebe una cerveza especial para la ocasión en jarras de un litro (la pequeña) y se comen pretzels como si no hubiera mañana. Todo esto servido por unas potentes camareras alemanas vestidas con su Dirndl, que es el traje típico bávaro. Y digo potentes porque suelen llevar varias jarras de cerveza en cada mano, en plan seis en cada mano. ¡6 litros de cerveza en cada mano! Alucinante. Para que os hagáis una idea, viene a ser una cosa así:
Bueno, que me lío. Y yo estoy aquí para hablar de bodas. A ver. ¿Quién puede estar interesado en que su boda gire en torno a la Oktoberfest? ¿Qué requisitos hay que tener para celebrar un bodorrio tal?
? Os tiene que gustar la cerveza más que a un tonto un regaliz
? Tenéis que ser unos enamorados de Alemania, o Bavaria, o Múnich
? Alguno de vosotros dos tiene que ser alemán
? No os gusta la cerveza pero queréis hacer terapia de choque justo el día de vuestra boda
? No tenéis ni idea de cómo tematizarla y al leer este post decís: ¿por qué no?
? Os da la real gana
Si reunís alguna de las condiciones mencionadas, podéis celebrar una Bodaktoberfest. Solo hace falta una y ya estáis dentro. Y sí, me he inventado un nuevo término, pero es que los alemanes lo de juntar las palabras y formar una sola lo hacen de maravilla.
De estos fiestones podemos sacar muchas ideas para bodas y adaptarlas como queramos. Empecemos.
Invitaciones.
Cuando los invitados las reciben, ya se hacen una idea sobre qué va a ir la boda, así que si vuestra boda es temática, es casi imprescindible que las invitaciones también lo sean. Aquí tenemos varios ejemplos. En la primera, para la tarjetita principal (la que está encima del sobre) han elegido los colores típicos de la Oktoberfest: el blanco y el azul. Claro que han añadido un toque amarillo para que no sea muy sosaina y porque es el tercer color oficial. La segunda (que son las dos fotos unidas por una flecha) es total, me encanta, es super auténtica: la tarjetita que esta encima del sobre representa los tirantes del Lederhose, que viene siendo el pantalón de piel típico bávaro para hombre y el logo donde pone Grand adventures es que es genial para este tema. Por último, en la tercera, han escogido las típicas jarras de cerveza antiguas, muy acertado también.
Biergarten.
Sabéis lo que es, ¿no? Pues literamnete: jardín de la cerveza; y, literalmente, es eso: un jardín con mesas y bancos de madera donde se bebe cerveza. No se me ocurre mejor sitio para celebrar un banquete de boda. Bueno, se me ocurren mil sitios más, pero no para bodas ambientadas en la Oktoberfest. Puede hacerse en al aire libre si el tiempo acompaña, como los biergarten verdaderos, con guirnaldas de luces (que me vuelven loca), tal que así:
O bajo una carpa, lo que lo hará aún más auténtico de la fiesta de la cerveza.
Posavasos.
Son perfectos para escribir el nombre de vuestros invitados y de paso indicarles cuál es su sitio en el gran banquete, donde podrán zamparse su Grillhaxe como cerdos (está buenísimo). Aunque, la verdad, puestos a ser auténticos, lo ideal es que cada uno se siente donde le plazca.
Mesa de dulces.
Es uno de los elementos donde más nos podemos explayar en cuanto a la decoración escogida: se puede tematizar al máximo. Un abanico con el estampado típico oktoberfestero (rombos azules y blancos), tazas con gominolas que parecen cerveza, tarros de pretzels (indispensable), un paipai con estampado rococó alemán, y el cervatillo que no pinta mucho, pero bueno, aceptamos barco, que diga ciervo.
Tarta.
Con los rombos de la Oktoberfest, o con los colores y adornos típicos bávaros, o con unos muñecos de tarta vestidos con el Lederhose y el Dirnd, o incluso con forma de jarra de cerveza (por supuesto), estas tartas son auténticas. ¡Me encantan!
Baumstamm sägen.
¿Lo qué? Bueno, literalmente significa "serrar un tronco de árbol" y es una tradición bávara que se realiza justo después de la ceremonia y simboliza el primer obstáculo que la pareja debe superar como marido y mujer. Desde luego, como actividad divertida rozando la peligrosidad, está muy genial.
Photocall.
¿Qué sería de las bodas modernas sin un photocall donde hacer las fotos más locas de la noche? Pues en una boda temática tampoco puede faltar con sus correspondientes accesorios: pajarita y corbata con los colores que ya nos sabemos, cartelito diciendo Ich liebe dich y el acordeón y la jarra de cerveza. Estupendo.
Detalles.
No pueden faltar las Lebkuchenherz, que son las galletas de jengibre en forma de corazón que venden en todas las ferias alemanas habidas y por haber con un mensajito dentro. Para regalar a los invitados con su nombre dentro está genial, es un detallazo.
Cerveza.
Por supuesto que en una boda centrada en la Oktoberfest esto es imprescindoble. Tiene que haber muchas cervezas por todas partes. ¿Qué beberían si no los invitados? ¡Estarían desorientados!
Invitados.
Para que sea auténtica de verdad de la buena (toma redundancia), los invitados tienen que subirse al tren bávaro y elegir atuendos acordes al tema, si no, no vale.
Vestidos.
Y si los invitados se involucran, los novios que son los protagonistas, tienen que dar ejemplo. El vestido de ellas, el Dirndle, normalmente es de colores pero si elegimos uno blanco o beige... ¡ya tenemos vestido de novia! El de ellos, el Lederhose y son siempre pantalones cortos, ¡aunque haga frío! Aunque en octubre en Alemania aún no se está a menos 20 grados y con los grados de un litro de cerveza, las pantorrillas entran en calor ensegiuda. Veamos.
Con todo esto y unas buenas dosis de alegría se forma una boda ambientada en la Oktoberfest. ¿Qué os parece? Es algo totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados en España. Pero ahí está la gracia de las bodas temáticas, que se salen de lo normal y por eso me maravillan, porque te transportan al lugar que quieran los novios y, aunque no sea tu tema favorito, te vas a divertir sí o sí.