La Pedida de mano
Esta simpática pareja de Lluchmajor se conoció cuando el caprichoso destino cruzó sus caminos: solo eran unos tiernos adolescentes de 16 años que vivían en este encantador pueblo de Mallorca. Con el paso del tiempo su amistad se consolidó transformándose en una romántica relación de amor. Tras media vida como novios, Joan decidió que ya era el momento de dar un paso más y por eso eligió el día del treinta aniversario de Cata (así es como la llaman sus seres queridos), para pedirla en matrimonio: ¡iba a ser el gran día y sin duda una bonita fecha para recordarlo!
Lo que no imaginaba Joan es que su novia iba a trastocar, de forma muy inocente, todos los planes que tan cuidadosamente había preparado. Fue el mismo día del cumpleaños de su novia, cuando tras el trabajo llegaron a casa y él se lo pidió emocionado. ¡Menuda maravillosa sorpresa! Cata estaba muy ilusionada con la pedida a la que no dudó en decir que sí, pero había planeado una cena esa misma noche con los padres y hermanas de ambos para celebrar su cumpleaños por lo que al poco tiempo de darle Joan el anillo, ¡toda la familia estaba al corriente del feliz acontecimiento!
Una vez comprometidos y con fecha de boda a la vista, solo cabía ponerse ¡manos a la obra! y es justo en esos precisos momentos en los que nos alegramos que nuestros novios nos elijan para hacernos partícipes de sus deseos y anhelos para este día tan mágico y especial…¡había que organizar otra preciosa boda y estábamos dispuestas a darlo todo una vez más!
La Novia
Nuestra novia nos cuenta que la elección de su vestido de novia fue para ella ¡lo más fácil de toda la boda! Entró en Novias Navascués y a los 20 minutos ya tuvo claro cual iba a ser su elección. Como ella misma nos relata “En la primera prueba solo elegimos las telas y la silueta que iba a tener el vestido. Después decidimos el bordado, me hicieron unas cuantas muestras pero me decidí por la primera que me habían enseñado.”
Cata no iba a ser tampoco demasiado convencional en cuanto a los típicos tópicos de las novias: algo viejo, algo nuevo, algo prestado, algo azul…“Las joyas que llevé eran regalos que me han ido haciendo a lo largo de los años. Los pendientes me los regalaron mis padres cuando cumplí los 30, los anillos que llevaba eran el de compromiso, regalo de Joan, y otro que me regaló mi hermana, la pulsera me regalaron mis abuelos cuando hice la comunión. No llevé ni liga, ni nada azul.”
Como el vestido de Cata llevaba flores bordadas decidió optar por un sencillo y elegante tocado de Carmen María Mayz para lucir en su recogido de novia y enganchar el velo. “Por eso me decidí por un tocado de pedrería de color plata con unas hojitas de cerámica en color oro viejo. ”
La boda iba a ser religiosa y tradicional pero con toques modernos y actualizados. La ceremonia católica tuvo lugar en el Convento de Lluchmajor. La novia llegó a bordo de un antiguo renauld floride de color blanco.
La Ceremonia en la Iglesia del Convento de Lluchmajor
“La entrada a la iglesia fue especial, yo la verdad es que estaba súper tranquila, pero al ver el novio tan nervioso y emocionado me hizo darme cuenta del gran paso que estábamos dando.” Joan lucía sus mejores galas enfundado en un elegante traje de la firma UOMO que le sentaba como un guante, como detalle sentimental, llevaba unos gemelos que habían pertenecido a su abuelo. La novia hizo su entrada al templo al ritmo de una pieza compuesta por su suegro Tófol Barros para la ocasión, “Nupciale pro sponsis”. Como nos relata Cata: “El padre de Joan es organista y confiamos en él para que nos eligiera todas las canciones de nuestra boda. La interpretó Andreu Riera, gran pianista y amigo de mis suegros. También me emocioné mucho cuando sonó Gabriel’s Oboe regalo de mi cuñada.”
Preciosa vista panorámica del impresionante interior de la iglesia.
Tras los lógicos momentos emotivos de la ceremonia religiosa y la salida del templo bajo una lluvia de hojas de olivo y muchos buenos deseos para el nuevo matrimonio, ¡tocaba relajarse un poco y disfrutar al máximo celebrando el gran acontecimiento con todos los suyos!
Aperitivo y Banquete en Son Granada
El convite y la fiesta se celebró en la finca familiar Son Granada. Tras varios meses de intenso trabajo para que todo estuviera como querían ¡por fin llegaba el día de disfrutar de todo ello de forma relajada como nos cuenta la novia!
“Me hubiese encantado estar en Son Granada la mañana de la boda, ver cómo se montaba todo, hubiese disfrutado de estar con vosotras las horas previas, pero todo no puede ser… Hacerlo en casa implicó mucho trabajo, desde el mes diciembre hasta el mismo día de la boda estuvimos toda la familia (especialmente mis padres) trabajando a tope para que todo estuviese perfecto. Mil discusiones, gritos y también muchos momentos especiales a lo largo de ese periodo, pero eso hizo sin duda que disfrutase más del día de la boda.”
El aperitivo se hizo en una zona empedrada con mucho encanto donde se ubicaron distintas estaciones con los refrigerios para los invitados. El encargado de amenizar el aperitivo fue Andreu Riera al piano acompañado de un cantante. Los novios quisieron que durante el aperitivo se habilitara una zona para el libro de firmas.
El plano de mesa se hizo con botellas verdes antiguas con los nombres de las mesas que eran nombres de “hierbas”.
La Carpa Nupcial: cena bajo un cielo de bosque encantado
Y ahora viene sin duda uno de los mejores momentazos para nosotras de esta boda. Cata y Joan no querían una celebración demasiado convencional y por ello nos encargaron algo innovador y realmente especial, ¡a lo que aceptamos encantadas! Íbamos a convertir la cena en una experiencia inolvidable para todos…y para eso íbamos a necesitar de una carpa-pabellón ¡transparente! Y vaya si lo conseguimos…Nuestro equipo de deco y floral de Moments hizo un trabajo realmente titánico junto a Lo Music que fueron los responsables de que pudiéramos insertar un cielo estrellado en un techo totalmente ajardinado con muchas ramas verdes naturales para conseguir un efecto de bosque encantado, que tras horas de trabajo, ¡se consiguió recrear!
Y allí, bajo esa impresionante carpa de cristal comenzamos a dar forma a las elegantes mesas para que todo junto formara un conjunto lleno de magia verde y natural…
Todos los invitados disfrutaron de lo lindo por el precioso efecto e impresión que daba estar bajo esta carpa encantada. Los juegos de copas, cristales, vajillas y mantelerías acababan de completar el efecto mágico…que al caer la noche ¡se convirtió en algo sobrecogedor y realmente especial como querían los novios!
Tras una deliciosa cena dirigida por El Jardín Catering ¡tocaba pasar a la fiesta! Para la discoteca se colocaron unas tarimas y un escenario para la banda invitada a amenizar la noche, la Orquesta Marítim. Los novios abrieron el baile con un vals acompañado del piano y a partir de ese momento, la fiesta se volvió frenéticamente divertida en una maravillosa noche de verano bajo un cielo mágico estrellado…
Los invitados agradecieron el detalle del regalo de los novios: unas cómodas y típicas alpargatas para poder danzar hasta el amanecer, cosa que por cierto, hicieron…
Una preciosa boda que nos dejó a todos con ganas de más. ¡Muchísimas felicidades a los novios a los que deseamos una larga vida llena de felicidad y abundancia!
Organización y coordinación: @momentsbodasyeventos
Decoración: Moments
Fotógrafo: @fonteyneandco
Catering: @jardincatering
Peluquería & Maquillaje: @cristinaisernmaquillaje
Piano: @musicasas
Tarta: @guindalia_
Iluminación: @lomusic_espectacles
Baños: Loo rent
Carpa: @totapuntcatering