Fotografía de Lovely Days
Darse el sí quiero es la cosa más bonita y económica del mundo. Porque solo hay que invertir en amor (vale, sí, en un anillo también, pero también conozco historias de pedidas con chapas de coca-cola, aquí todo vale). Preparar una boda no tanto. Sí, hombre, igualmente bonito, pero no tan económico. Lo sabéis los que ya habéis pasado por ello y los que estáis ahora mismo inmersos en la tarea de preparar la vuestra. Porque con dinero, todo es posible. Pero cuando hay que contar los euros (nos pasa a la mayoría), hasta el más mínimo detalle suma y, claro, eso pica. Hoy lo que nos gustaría, para que los euros estén bien invertidos, es orientaros a la hora de escoger a los proveedores de la boda, desde la finca de celebración hasta el DJ, pasando por las invitaciones, los Wedding Planners o los regalos. Para eso, creemos que es importante explicaros por qué hay tantas diferencias de precios y qué es lo que debéis tener en cuenta a la hora de elegir. A veces, ya lo hemos dicho en más de una ocasión, lo barato sale caro y escoger a un buen proveedor puede ser una gran inversión, no sólo en temas monetarios.
Por eso hemos iniciado el post lanzando la pregunta ¿De qué depende el precio? Os vamos a dar algunas pistas para que sepáis adivinarlo...
- Servicios: Cada proveedor tiene unos servicios, y aunque a priori parezcan los mismos dentro de un sector, puede que no sea el caso. Es importante saber siempre qué incluye cada precio. Porque quizás un fotógrafo os cobre 1000 euros por un reportaje, pero luego si quieres el álbum ese precio se incremente, mientras que otro que os pueda cobrar 1.500 euros ya lleve el álbum incluido. No os dejéis llevar por la diferencia y preguntar siempre. En el caso de los Wedding Planners también puede haber muchas diferencias de precios en sus servicios, pero cada uno incluirá lo que él considere necesario.
- Experiencia: La experiencia es un grado, y te permite tener unos precios más elevados. A menudo, los precios más baratos equivalen a alguien que está empezando y que necesita material para luego poder mostrar.
- Originalidad: Las ideas y la creatividad tienen que pagarse, igual que los productos que son exclusivos. Si has visto una empresa que diseña unas invitaciones que son la leche, quizás es porque lleven detrás muchos años experimentando y porque se sienten horas y horas a pensar para diseñar las tuyas. El hecho de tener un producto exclusivo y diferente tiene su coste. ¿A qué no es lo mismo comprarte una camiseta en Zara que hacerlo en Louis Vuitton? Pues en estos temas, lo mismo. En el segundo caso estarás pagando calidad y exclusividad. Cuidado también con las producciones artesanales... son muchas horas de trabajo y esfuerzo, y eso tiene que pagarse.
- Comisión: Sí señores, todavía existe, y muchos proveedores se benefician de eso. ¿Cuál es el handicap? Que quizás no te ofrezcan lo que tú realmente estás buscando porque lo que les interesa es cobrar de un sitio en cuestión. Eso permite que los precios que te cobre dicho proveedor sean mucho menos elevados, pues se lo va a llevar por otro lado.
- Legalidad: La parte menos agradable, pero real. Hay proveedores que se pueden permitir el lujo de cobrar precios irrisorios por el mismo servicio que tú realizas porque no tienen que enfrentarse a la temida Agencia Tributaria. Fuera IVAs, fuera IRPFs... todo limpio. No todos actuamos de la misma manera, afortunadamente, y al principio, cuando empiezas, es normal que lo hagas de esta manera, pues todavía no sabes qué tal funcionará el negocio. La lástima es que esto hace un flaco favor a ésta y a todas las profesiones, pues hace más difícil el poder hacer negocio a un precio "justo".